“Te controlo cada milímetro”. Flavio Briatore, hay que reconocerlo, no es alguien que se limite a hacer declaraciones vacías. Como anunció con su inconfundible acento en la actual temporada de la serie documental de Netflix “Drive to Survive”, el italiano demostró que no perdería de vista a Jack Doohan. En Imola, ya no fue el australiano de 22 años quien se subió al Alpine, sino Franco Colapinto, quien, según muchos, se parece un poco a Ayrton Senna de joven.
Cuando el argentino se estrelló en la clasificación del sábado en la chicane de Tamburello, el mismo lugar donde la leyenda brasileña había muerto en un accidente 31 años antes, algunos hicieron símiles desagradables. Pero ahí acaban los paralelismos entre uno y otro.
Colapinto “tiene que ser rápido, no debe chocar y debe sumar puntos. Ésas son las tres cosas que le exijo”, comentó Briatore como objetivo de su nuevo piloto antes del fin de semana de Imola, y anunció: “Si lo hace así de bien, pilotará para siempre”.
Después de Imola, sin embargo, ninguno de los tres requisitos se ha cumplido. Colapinto avanzó tan poco contra su compañero de equipo, Pierre Gasly, como Doohan antes que él: se estrelló en la qualy cuando se expuso por primera vez a una situación de presión, y se fue de vacío en la carrera del domingo.
“Joder, ¿qué?”: Colapinto, también tenso por la radio
El ambiente en la radio de Alpine no siempre fue el mejor. De primeras le pidieron a Colapinto que dejara pasar a Gasly, porque era mucho más rápido en la segunda mitad de la carrera. Y, cuando el latinoamericano no entendía por qué no le metían inmediatamente en boxes durante el coche de seguridad, sonó: “¿Qué, [nos quedamos] fuera? ¿Qué, por qué? Joder, ¿qué?”.

Más tarde, Colapinto refunfuñó para sí mismo: “No lo entiendo”. Hasta que su ingeniero de carrera le iluminó: “La razón por la que no te metimos en la primera vuelta fue porque queríamos asegurarnos de que podíamos volver a meterte en la vuelta de cabeza [del líder], ¿vale?”. A lo que el argentino respondió con un manso, “recibido”.
Briatore fue duramente criticado en el paddock de la Fórmula 1 por la decisión de relegar a Doohan al banquillo tras sólo cinco carreras. Se dijo que despedir a un debutante tan rápidamente era inusualmente brutal, incluso para sus estándares. Y algunos dudan de que esto se debiera realmente sólo al hecho de que el mánager italiano considere a Colapinto mejor piloto.
Los millones de Mercado Libre
El simpático corredor nacido en Buenos Aires cuenta con el apoyo de la multimillonaria empresa sudamericana Mercado Libre, que presumiblemente ha aportado uno o dos millones para su regreso a la Fórmula 1 con Alpine. A la vista de esta “compensación por el dolor y el sufrimiento”, probablemente sea un poco más fácil deshacerse de Doohan, como si de una patata caliente se tratara.
El australiano nunca tuvo una oportunidad justa de demostrar su valía en Alpine. Tan pronto como el equipo anunció el cambio de piloto, se emitió un anuncio en la televisión argentina en el que un repartidor de Mercado Libre entrega un paquete en casa de Colapinto, y cuando éste lo abre, lo que hay dentro es un casco de Alpine. Es imposible planificar y rodar un anuncio así en pocos días. Aparte de Doohan, todos los implicados sabían lo que estaba ocurriendo desde hacía mucho más tiempo.
En un reportaje de la televisión austriaca del domingo previo al Gran Premio de Emilia Romagna, se decía literalmente: “Briatore nunca ha pensado mucho en las pastillas de freno morales”. Una descripción que encaja bien con una persona que una vez me habló del transalpino: “Flavio siempre intentaba asegurarse de que un poco de calderilla de cada trato fuera a parar a su propio bolsillo”.
Briatore y Wurz: una mirada al pasado
Alexander Wurz puede contar un par de cosas. En 1997, en Silverstone, debía disputar su tercer gran premio como piloto sustituto de Gerhard Berger, que estaba delicado de salud. Pero unas horas antes, Briatore quería urgentemente que Wurz firmara un contrato de gestión personal con él. Cuando el austriaco se negó, se inició una discusión.
Briatore “empezó a gritar sobre lo que me estaba imaginando. Para ser sincero, apenas entendí nada. No entiendes muy bien a Flavio cuando no grita, pero cuando grita, no entiendes ni una palabra”, recordó Wurz en un capítulo del libro ‘Grand Prix Stories – Behind the Scenes of Formula 1’, publicado en 2024. El despacho de Flavio estaba en el primer piso del viejo motorhome de Benetton de la temporada 1997. Debajo estaba la cocina, donde el chef preparaba el almuerzo para el equipo. Aunque no entendía nada, reconoció las voces excitadas de Briatore y Wurz, y preguntó a Pat Symonds, Director Técnico en aquel momento, qué estaba pasando.
Symonds se dio cuenta de que algo se les estaba yendo de las manos, corrió a la oficina y quiso saber de boca de los dos hombres qué estaba pasando. “Me han echado. No voy a correr”, dijo Wurz. Briatore se quedó parado, evidentemente enfadado, mientras Symonds replicaba: “Tonterías, Alex. ¡Claro que vas a correr! El Warm Up empieza en 30 minutos. Te cambias, calientas y te vas”.
Alexander Wurz
Esta anécdota describe maravillosamente lo despiadado que es Flavio Briatore. Por no hablar del conflicto de intereses que hubiera supuesto un contrato de gestión con su propio piloto, porque, si el jefe de equipo, Briatore, paga más dinero a su piloto, Wurz, él como mánager cobra una comisión más alta. El perjudicado habría sido Luciano Benetton.
Para que quede claro: la participación directa de Briatore en el acuerdo Mercado Libre – Colapinto es pura especulación del paddock. El italiano, de 75 años, ya ha ganado suficiente dinero en su brillante carrera. Aunque su afición por la extravagancia le cueste algo más que el estilo de vida de un monitor de esquí o un gerente de un restaurante.
Alpine: ¿quién manda aquí?
Una cosa es cierta: él es quien manda hoy en Alpine. Hace quince días, en Miami, Oliver Oakes, que entonces todavía era el jefe de la escuadra francesa, dijo a la prensa que Doohan pilotaría en Imola, y no en Colapinto. En Italia, Doohan ya no estaba y Briatore había ocupado el puesto de Oakes.
Briatore afirmó antes del gran premio que “no ha cambiado nada en su papel en Alpine. Siempre soy responsable. Siempre digo lo que pasa”. Incluso cuando el director general de Renault, Luca de Meo, está presente en persona, como ocurrió en Imola. Sobre el papel, Briatore es “sólo” el asesor de De Meo. Sin embargo, cualquiera que observe a los dos se pregunta quién le dice a quién lo que tiene que hacer en la práctica.
¿Quién manda aquí? El jefe del Grupo Renault, Luca de Meo, con Flavio Briatore …
Foto: Sutton Images
Y eso no va a cambiar pronto, según Wurz. En su opinión, Briatore se mantendrá firme en Alpine a pesar de los malos resultados deportivos: “No se dejará apartar tan fácilmente. Se ha posicionado bien, está en buenos términos con la junta directiva. Mientras no haya cambios en el consejo de Renault, Flavio se quedará allí“.
Lo que Briatore puede hacer y lo que no
Briatore no tiene ni idea de tecnología de Fórmula 1, y tiende a simplificar demasiado las cosas. No le gustan los detalles tediosos. En Imola, se preguntó cómo habían llegado los medios de comunicación a la conclusión de que Colapinto sólo había firmado para cinco carreras, por el momento. Y omitió elegantemente mencionar que había sido él mismo quien lo había anunciado en un comunicado de prensa oficial.
Pero también tiene un punto fuerte, como subraya Wurz: “El conocimiento de la naturaleza humana. Si Flavio está sentado en una sala con cinco personas y una de ellas no está segura de algo, se da cuenta inmediatamente. Entonces se centra en esa persona, y por eso siempre exige el máximo de su equipo y sus empleados. Es fascinante que lo consiga y que ahora esté de vuelta”.
Porque Briatore ya ha estado fuera de la Fórmula 1 antes. En 2008, en el Gran Premio de Singapur, él y Pat Symonds urdieron el plan que más tarde se convertiría en uno de los escándalos más polémicos de la historia del Gran Circo como el “Crashgate”. Fue expulsado de por vida de los grandes premios, pero consiguió que se le levantara la sanción en los tribunales.
Ahora, vuelve a desfilar por el paddock como si nada de esto hubiera ocurrido. Disfruta charlando con sus antiguos compañeros y le gusta menos hablar con gente que no conoce del pasado (Alpine declinó nuestra petición de entrevista para Imola). Y mueve los hilos en el equipo que llevó a ganar mundiales con Michael Schumacher en 1994/95 y Fernando Alonso en 2005/06.
La vida de playboy ha dejado huella
Sin embargo, Briatore ya no parece tan vital como antaño. A los 73 años tuvo que someterse a una operación de corazón y a los 74 le extirparon un tumor benigno. El hecho de haber fumado cigarrillos durante décadas, preferiblemente sin filtro, le ha dejado huella. Es evidente que ya no trota por el paddock como hace 30 años.
Ahora, es el momento de restablecer la calma en Alpine. La rotación de directores de equipo en los últimos años ha sido enorme: Fréderic Vasseur asumió el cargo en 2016, seguido de Cyril Abiteboul de 2017 a 2020. Laurent Rossi tomó el mando durante un año en 2021, seguido de Otmar Szafnauer durante otra campaña. Posteriormente, han venido Bruno Famin, Oliver Oakes y ahora Flavio Briatore.
A muchos les sorprende que vuelva a asumir un cargo así en el crepúsculo de su vida. Y habla del hecho de que, a pesar de todos los escándalos a lo largo de los años, nunca se ha sacudido del todo el foco adictivo de la Fórmula 1.
Así, tendrá que demostrar que todavía puede hacerlo. Briatore ya ha cerrado la tradicional fábrica de motores de Viry-Chatillon: Alpine correrá con motores Mercedes a partir de 2026. Pero en el campeonato de constructores, el equipo ocupa actualmente la penúltima posición, con un mísero punto por delante de Sauber. Si esto no cambia pronto, Briatore podría darse cuenta en algún momento de que De Meo es su jefe, y no al revés.
Flavio está indisolublemente ligado a la historia de la Fórmula 1. Un hacedor, un playboy, un ganador. Eso encajaba con el deporte de finales de los noventa. En la F1 moderna, en la que Liberty Media, propietaria de los derechos, trata de evitar los escándalos, Briatore parece una reliquia de una época pasada. Si eso es bueno o malo, cada uno puede formarse su propia opinión.
En este artículo
Christian Nimmervoll
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Alexander Wurz
Flavio Briatore
Pierre Gasly
Jack Doohan
Alpine
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