Santo Domingo.- La sociedad dominicana ha sido consternada por hechos violentos donde menores han sido víctimas de sus propios cuidadores. El psicólogo Luis Vergés advierte que estos casos podrían relacionarse con el mal manejo de las denominadas «pelas».
Según un estudio de Unicef, el 63.5% de niños de 1 a 14 años ha experimentado violencia doméstica. El informe revela además que el 70% de infantes entre 3 y 4 años ha sido expuesto a métodos violentos, destacándose como el segmento más afectado.
Vergés explicó que rara vez estos casos son resultado de un único factor, sino de problemas complejos entrelazados. “Se combina la vulnerabilidad de un niño que no se puede defender, con la necesidad de protección por parte de un cuidador que esté apto para dar ese cuidado”, señaló el especialista.
Muchos padres que cometen estas acciones también fueron maltratados en su niñez, perpetuando un ciclo generacional. Los perfiles comunes incluyen inestabilidad emocional y errores de interpretación de la conducta infantil.
Unicef identificó que los niños de 0 a 4 años (17 casos) y adolescentes de 15 a 17 (23 casos) son los más afectados por conflictos familiares y violencia intrafamiliar entre 2020-2025.
El Código para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes establece sanciones de 2 a 5 años de prisión para el abuso físico, pero la abogada Dilia Leticia Jorge Mera considera que el marco legal requiere modificaciones para prohibir definitivamente el castigo físico.
“Aquí no se puede dejar al pensamiento de lo que yo creo porque lo que para mí es una pela suave tal vez para ti es una pela dura. Son muy subjetivos, entonces hay que prohibir el castigo físico de manera específica”, explicó la experta.
Actualmente, el Ministerio de la Presidencia evalúa el código para estudiar posibles modificaciones. El terapeuta familiar Julio Sánchez señala que otro detonante es la naturalización de los golpes como parte del día a día.
Unicef también reporta que un 45.5% de mujeres de 15 a 17 años ha experimentado violencia en el ámbito educativo, mientras que en el ámbito comunitario la proporción alcanza 47.2%.
Casos recientes incluyen condenas por agresiones a menores, como una mujer sentenciada a dos años por quemaduras a su hija de dos años, y un hombre con prisión preventiva por agredir con un clavo a su hija de un año once meses.
Estos hechos reflejan una cultura que normaliza la violencia como disciplina, requiriendo prevención, educación y un cambio cultural profundo para romper el ciclo de maltrato infantil.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**