Redacción.- La pandemia por COVID-19 marcó sin dudas un antes y un después en el mundo, tal como se lo conocía. La incertidumbre y el temor a enfermar de la población fue tal, que pareciera que los umbrales de alerta se elevaron en todos los niveles.
Así es que la emergencia sanitaria declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) por la aparición de un nuevo clado del virus mpox en la República Democrática de Congo y la notificación de casos en varios países puso en vilo a los expertos.
En este punto, el experto ahondó: “El virus de la viruela del mono se subdivide en dos clados distintos, el clado I (anteriormente conocido como el clado de la Cuenca del Congo o de África Central) y el clado II (anteriormente conocido como el clado de África Occidental)”.
Asimismo, “el clado II se subdivide en dos subclados, IIa y IIb, siendo este último el responsable del brote multirregional en curso de 2022 a 2024, que se originó en Nigeria”, aclaró Copertari, quien agregó: “El número de casos reportados de mpox vinculados al monkeypox virus (o virus de la viruela del mono) del clado I ha ido aumentando progresivamente en África Central en todos los grupos de edad, especialmente en infantes y niños pequeños”.
Según los reportes actuales, estos casos se caracterizan por patrones epidemiológicos diferentes, con síntomas clínicos más graves y una mayor mortalidad en comparación con el clado II. “Solo en 2024, se reportaron más de 7.000 casos sospechosos con una tasa de letalidad del 5,3% —precisó el infectólogo—. Los niños menores de 15 años representan el 67% de los casos sospechosos y el 84% de las muertes”.