A primera vista, el hecho de que el director del equipo Mercedes, Toto Wolff, concediera una entrevista a Auto Motor und Sport minimizando cuidadosamente las expectativas en torno al piloto novato Andrea Kimi Antonelli parece el típico “ruido” de entre temporadas. Muy poco de ello provocaría un revuelo o generaría un debate muy amplio.
“Si esperas que él [Antonelli] esté en la pole position en Melbourne, gane la carrera y compita inmediatamente por el campeonato, entonces el riesgo es alto porque eso no sucederá”, dijo Wolff.
“Si tenemos en cuenta que sólo tiene 18 años, mucho talento, pero necesita crecer y cometer errores primero, el riesgo es menor”.
Ni siquiera Christian Horner, antiguo sparring de Wolff, discutiría la lógica de esa proposición.
Isaac Newton no tenía razón en todo -al fin y al cabo perdió parte de su fortuna en la Burbuja de los mares del Sur a principios del siglo XVIII- pero, como es sabido, cuando se sentó debajo de un manzano no esperaba que lo que allí había cayera hacia arriba.
Si Antonelli colocara su coche en una posición destacada de la parrilla en la primera ronda, ganara algunas carreras y estuviera en la lucha por el campeonato al final de la temporada, sería el primer debutante en lograrlo desde… el tipo cuyo asiento acaba de ocupar. Y las circunstancias competitivas de esa temporada, 2007, y de Lewis Hamilton, eran muy diferentes.
Lewis Hamilton, McLaren
La pregunta, entonces, es por qué Wolff debería molestarse en decir lo que es tan obvio.
¿Hay que gestionar las expectativas? Quizás no en la comunidad de aficionados ni en el paddock. Pero a nivel directivo -el Grupo Mercedes-Benz conserva una participación accionarial junto con el magnate de Ineos Jim Ratcliffe y el propio Wolff-, el acierto del ascenso de Antonelli se pondrá en entredicho si los resultados no están a la altura de las expectativas.
Aunque la percepción popular es que Antonelli tuvo una temporada de debut poco impresionante en la Fórmula 2 el año pasado, hubo circunstancias atenuantes tras su aparente déficit de ritmo inicial y varios incidentes que le hicieron perder posiciones.
Más preocupante para los que saben fue la forma en que presionó demasiado, demasiado rápido cuando condujo un coche actual de Fórmula 1 en público por primera vez en la FP1 en Monza el año pasado. Daba la impresión de que se trataba de un joven con demasiada prisa por demostrar su valía.
El plan original de Wolff era que Antonelli disputara una segunda temporada de F2 en 2025 y luego sustituyera a Lewis Hamilton en 2026. Pero durante todo el tira y afloja contractual de su última renovación, Hamilton lo vio venir, tanteó la situación con Maranello y tomó su propia decisión para irse antes.
Con el Plan A tirado a la basura, Wolff tuvo que barajar sus opciones menos desagradables, en las que la promoción de Antonelli un año antes de lo planeado se impuso a la contratación de un sustituto.
Así que el mensaje de Wolff es totalmente coherente con mantener la presión sobre Antonelli: diciendo a las partes interesadas, y a un equipo acostumbrado a que el anterior ocupante de ese asiento cometiera muy pocos errores, que esperen algunos baches, mientras que lanza un brazo protector – aunque ligeramente cauteloso – alrededor de los hombros de Antonelli.
Accidente de Andrea Kimi Antonelli, Mercedes-AMG F1 Team, en FP1
Las circunstancias competitivas también han proporcionado a Wolff una cortina de humo en caso de nuevos trastornos. Muy al contrario de la tendencia de las últimas temporadas, no es el único jefe de equipo con un novato en juego: incluyendo a Antonelli, hay cinco para la próxima campaña.
En los últimos años, la sensibilidad de los neumáticos Pirelli ha llevado a los equipos a favorecer a los pilotos experimentados en detrimento de los debutantes, una tendencia reforzada por el regreso de la F1 a la aerodinámica de efecto suelo, que ha hecho que los coches sean más punteros y más difíciles de pilotar.
Según Wolff, la F1 tuvo un momento de Camino a Damasco cuando Oliver Bearman, ahora a tiempo completo en la parrilla con Haas en 2025, sustituyó a Carlos Sainz en Arabia Saudí y fue aceptablemente rápido mientras mantenía el Ferrari fuera de los numerosos muros de Yeda.
“Luego Franco Colapinto también tuvo un impacto inmediato [en Williams]”, dijo. “De repente todo el mundo se dio cuenta de que los jóvenes estaban empezando a un nivel muy alto”.
Bearman y Colapinto tuvieron unos comienzos impresionantes, pero también demostraron lo difícil que es rendir al más alto nivel. La tercera carrera de Bearman en la F1, en Sao Paulo, quedó en el baúl de los recuerdos, mientras que Colapinto empezó a poner a prueba la resistencia de los mecánicos de Williams, la profundidad del inventario de piezas y los nervios de los encargados de que el equipo cumpliera con los límites presupuestarios con sendos accidentes.
La verdad del asunto se esconde a plena vista: “Vemos 2025 como un año de transición y queremos prepararlo para 2026”, dijo Wolff, “cuando todo empiece de cero para todos.”
Andrea Kimi Antonelli, George Russell, Toto Wolff, director del equipo y consejero delegado, Mercedes-AMG F1 Team
Cualquiera que conozca mínimamente un deporte más profesional que el balonmano habrá oído hablar a los dirigentes de las temporadas de “transición”. Se trata de una palabra imprescindible en el léxico de la gestión de expectativas.
Dado que en cada temporada de carreras decenas o incluso cientos de millones de dólares dependen de las posiciones finales en el campeonato, 2025 sólo es “de transición” en el sentido de que probablemente habrá una relativa estabilidad técnica mientras los ingenieros se centran en los retos venideros. Eso sólo reduce una de las variables competitivas en lugar de consagrarla como una temporada en la que haya menos en juego.
No obstante, es con este pretexto con el que los cinco debutantes (Antonelli, Bearman, Isack Hadjar, Jack Doohan y Gabriel Bortoleto ) entrarán en batalla.
Y aunque el mensaje sea que las expectativas serán bajas en este año “de transición”, no apuesten por que el fracaso tenga excusa. No importa lo que Wolff pueda decir sobre la preparación para 2026, si Antonelli o cualquiera de sus compañeros novatos fracasan, puede que no lleguen tan lejos…
Como es bien sabido, Wolff aún no ha renunciado a poder fichar a Max Verstappen….
En este artículo
Stuart Codling
Fórmula 1
Andrea Kimi Antonelli
Mercedes
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