La petición por parte de la mayoría del Congreso de los Diputados al Gobierno de reconocer al candidato opositor al chavismo, Edmundo González, como presidente electo de Venezuela, ha llevado al presidente de la Asamblea Nacional venezolana, Jorge Rodríguez, a pedir la ruptura de las todas relaciones diplomáticas y comerciales con España por considerar la proposición no de ley una “declaración de guerra”. Desde el Gobierno tratan de calmar las aguas. La ministra portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, ha dicho este jueves que “la Embajada de España en Venezuela está trabajando con absoluta normalidad” y que el interés del Ejecutivo español es “mantener las mejores relaciones con el pueblo venezolano”.
Lo cierto es que, en el hipotético caso de que Venezuela rompiera sus relaciones comerciales con España, el país gobernado por Nicolás Maduro saldría perdiendo puesto que sus exportaciones a España superan a las exportaciones que España le realiza. Según los datos del Instituto de Comercio Exterior de España (ICEX) facilitados a 20minutos, el valor de las importaciones de productos venezolanos a España –petróleo, principalmente- superó los 701 millones de euros en 2024, mientras que las exportaciones españolas al país latinoamericano ascendieron a los 137 millones de euros.
Esta diferencia en la balanza comercial se ha mantenido en los últimos años, al menos hasta 2020, cuando España compró productos a las empresas venezolanas por valor de casi 300 millones de euros, mientras que Venezuela se gastó en España 191 millones de euros.
Los datos del Observatorio de Complejidad Económica (OEC) de Venezuela, correspondientes a 2022, también muestran una balanza comercial a favor de Venezuela, por lo que la economía madurista saldría perdiendo si finalmente se diera la ruptura de las relaciones comerciales entre ambos países.
De acuerdo al OEC venezolano, las exportaciones españolas a Venezuela sumaron un valor de 127 millones de dólares (115 millones de euros) y los principales productos que España vendió al país caribeño fueron cerámica sin esmaltar, vino y bombas de aire. Por el otro lado, también en 2022, Venezuela exportó a España 518 millones de dólares (470 millones de euros), sobre todo en petróleo crudo, crustáceos y chatarra.
El OEC agrega que, en junio de 2024, “España exportó 18,4 millones de euros e importó 171 millones de euros desde Venezuela”. Esto son casi 153 millones de euros de diferencia. Además, entre junio 2023 y junio 2024, las exportaciones de España se incrementaron en 7,26 millones de euros (un 64,9%), desde los 11 hasta los 18,4 millones de euros, y las importaciones también aumentaron 111 millones (un 186%), pasando de los 59,9 a los 171 millones de euros, recoge el organismo venezolano.
Según el ICEX, los productos que España ha exportado en mayor medida a Venezuela durante los últimos cinco años han sido los combustibles y lubricantes (en 2024 se gastó más de 60 millones de euros), seguidos de pavimentos y revestimientos cerámicos, productos de confección femenina, conservas vegetales, equipamiento para empresas de hostelería y restauración, equipos, componentes y accesorios de automoción, productos de la industria farmaquímica, aceite de oliva y pasta de papel y papel.
Los medios lationoamericanos se han hecho eco de las palabras de Jorge Rodríguez, que interpretan como una forma de presionar al empresariado español con presencia en Venezuela. El ICEX tiene registradas actualmente 60 empresas españolas que operan en Venezuela, entre las que destacan Telefónica, BBVA, Hesperia, Meliá, Elecnor, Iberia o Air Europa.
Cabe recordar que la propuesta del presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela también afectaría a las conexiones aéreas entre ambos países y podría dejar a miles de pasajeros en tierra. En concreto, 133.417 turistas volaron de Venezuela a España en 2023. Además, no sería la primera vez que ocurre, pues el pasado mes de julio Venezuela suspendió temporalmente los vuelos comerciales con Panamá y República Dominicana ante la “injerencia” de los gobiernos de ambos países respecto a las pasadas elecciones venezolanas y una vez que Panamá suspendiera relaciones diplomáticas con Venezuela.
Otras de las compañías de origen español con sede en Caracas son, según el ICEX, la consultora Amagi Group Europa SL, Barbadillo y Asociados Consultores SL, la bodega Oratu SA, la constructora Comuns Global Corporation SL, las editoriales Planeta y Santillana o la empresa de servicios médicos Keralty Health SL, entre otras.