Las olas de explosiones simultáneas en buscapersonas y walkie-talkies de miembros del partido-milicia chií libanés Hezbolá en varios puntos de la geografía libanesa hicieron saltar las alarmas esta semana. A raíz de estos ataques se ha comenzado a extender la preocupación de que pudieran registrarse explosiones en otro tipo de dispositivos electrónicos, como teléfonos móviles, y un conocido físico rumano ha decidido pronunciarse al respecto para ofrecer una respuesta.
Según ha explicado el investigador Cristian Presura -que trabaja en la multinacional Philips en Países Bajos-, no resulta probable que un grupo de hackers lancen un ataque remoto que haga explotar teléfonos móviles sin que antes se hubiesen colocado explosivos en los mismos. Además, explica que para provocar un colapso en un dispositivo sería necesario instalar algún programa que eleve considerablemente y de manera anormal el consumo de energía del aparato con el fin de recalentar la batería.
Presura no descarta que sea posible la instalación de este tipo de programas, pero matiza que en caso de lograrse no causarían explosiones como las de los buscas y walkie-talkies. No obstante, recalca que los dispositivos móviles actuales cuentan con numerosas protecciones y medidas de seguridad que impiden posibles explosiones. De hecho, indica que las baterías de los móviles actuales ya se fabrican para resistir subidas de temperatura.
“Lo primero que pensé cuando leí lo que pasó con los buscapersonas fue en las baterías o en los explosivos, pero no espero que una batería explote y mate a alguien“, ha indicado el experto, que concluyó que en principio no existe manera para que una batería pueda matar a alguien. Además, ha explicado que los sobrecalentamientos podrían llegar a provocar una especie de “incendio”, pero no una explosión como tal. Aún así, estos “incendios” tendrían un impacto mucho menor.