En el hospital de Sarrebruck la mañana empieza con un caso muy delicado: la extirpación a una paciente de un tumor de gran tamaño en el páncreas. El cirujano Gregor Stavroi se prepara para la intervención. Usará unas gafas de datos y un nuevo sistema de inteligencia artificial.
El punto crítico de la operación es este en la zona de los vasos centrales. No hay margen de error. Si cortas la arteria hepática, acaba en desastre para el paciente”. En otras palabras: la paciente se desangraría. La IA proporciona seguridad adicional al cirujano. Le permite ver el tumor desde todos los ángulos en 3D. Esto le ayuda a preparar las incisiones precisas y a reconocer las áreas delicadas.
La IA apenas se ha utilizado en medicina. La idea del software de aprendizaje en el quirófano surgió de esta joven programadora. Ella es la impulsora de esta tecnología.
