A diferencia de otros proyectos delicados que se discuten en el Congreso y que han tardado hasta dos años para ser debatidos y aprobados en alguna sesión legislativa, la iniciativa que permite reformar la Constitución solo se analizó en seis reuniones y logró su aprobación rápida en dos sesiones.
El presidente de la comisión bicameral que examinó el proyecto de ley que declara la necesidad de una reforma constitucional, el senador Pedro Catrain, explicó en varias reuniones que la iniciativa no necesitaba tardar mucho tiempo bajo análisis ya que las discusiones profundas se darían cuando inicie la enmienda a la Carta Magna en medio de la Asamblea Nacional.
El Partido Revolucionario Moderno (PRM), que cuenta con una mayoría invencible en el Congreso, usó su matrícula legislativa para agilizar con sus votos la iniciativa. Tanto en la comisión bicameral como en las sesiones donde se agendó el proyecto constitucional, los legisladores del oficialismo superaban considerablemente a los de oposición, lo que les daba ventaja para aprobar la pieza sin obstáculos.
El proyecto que da el permiso para reformar la Constitución estuvo en el Congreso por un mes. En comparación con otros proyectos, como el Código Penal o la ley de la seguridad social, que llevan años bajo estudio sin lograr su aprobación, la propuesta del Ejecutivo se analizó con premura y bajo las denuncias de la oposición que aseguró que el bloque oficialista no tomó en cuenta sus sugerencias.
Aunque el Poder Ejecutivo depositó el proyecto constitucional el 19 de agosto, solo tres días después de que Luis Abinader asumiera su segundo mandato presidencial, no fue hasta el 29 de agosto cuando la pieza inició su tránsito de estudios. Ese día una comisión bicameral encargada de estudiar la propuesta decidió trazar una metodología de trabajo que se extendería por unas dos semanas.
Posteriormente, el 02 de septiembre, el equipo de diputados y senadores se reunió con Antoliano Peralta, el consultor jurídico del Poder Ejecutivo, para debatir los detalles del proyecto y tres días después, el 5 de septiembre, algunos jueces del Tribunal Superior Electoral (TSE) acudieron a la comisión para mostrar su apoyo a la unificación de las elecciones, como lo propone la reforma.
El lunes 9 de septiembre, la comisión reunió a un grupo de expertos abogados constitucionalistas que debatieron sobre los mejores métodos para reformar la Constitución y donde se analizó la posibilidad de referendos y vistas públicas.
Tras eso, el Pleno de la Junta Central Electoral (JCE), encabezado por Román Jáquez, se encontró con la comisión el 12 de septiembre para externar sus observaciones sobre la unificación de las elecciones. Allí, los miembros titulares de la Junta expusieron una serie de implicaciones técnicas, de personal y de escrutinio que se verían afectadas si la nueva Constitución contempla la unión de los comicios.
Después de escuchar a todos los sectores involucrados con la reforma, el 26 de septiembre la comisión bicameral decidió rendir un informe favorable al proyecto en el que se recomendaba al Senado y a la Cámara de Diputados que aprueben la pieza que permitiría enmendar la Carta Magna en al menos seis aspectos. La aprobación del informe se realizó con el voto de 17 legisladores, todos del oficialismo.
Solo un día después, en una inusual sesión del Senado celebrada un viernes en la tarde para discutir un único punto, la Cámara Alta aprobó el proyecto de urgencia y en dos lecturas consecutivas. Tras esa aprobación, cuatro días después la Cámara de Diputados imitó el proceso del Senado y también aprobó la iniciativa con sentido de urgencia y en dos discusiones seguidas.
El PRM va cómodo
Toda la agilidad y el dinamismo con el proyecto de reforma constitucional ocurrió porque el Congreso Nacional está dominado por el PRM, el mismo partido al que pertenece el presidente Abinader, quien es el impulsor de los cambios a la Constitución.
Sumados, los legisladores oficialistas y sus aliados suman 176 legisladores, de un total de 222. Los demás son miembros de la oposición que no cuentan con la fuerza necesaria para detener o modificar ningún proyecto del Poder Ejecutivo.
¿Qué se busca reformar?
De acuerdo con el proyecto de reforma, la nueva Constitución estaría estableciendo la unificación de todas las elecciones en el país, la disminución de 190 a 170 diputados, un nuevo método para escoger al procurador o procuradora, una clausula que impida a los mandatarios mantenerse en el poder por más de dos periodos gubernamentales y la integración del presidente del Tribunal Constitucional al Consejo de la Magistratura.
