Es un movimiento real. El príncipe William y Kate Middleton, ambos de 43 años, se trasladarán a una nueva residencia familiar con sus tres hijos: el príncipe George, de 12 años, la princesa Charlotte, de 10, y el príncipe Louis, de 7. “La familia Gales se mudará más adelante este año”, confirmó un portavoz del Palacio de Kensington a Page Six el 16 de agosto. La pareja real se mudó a su actual hogar, Adelaide Cottage, en Berkshire, en 2022 para estar cerca de la escuela Lambrook de sus hijos. Ahora, según informes, se trasladarán cerca a una propiedad de ocho habitaciones llamada Forest Lodge en Windsor Great Park, valorada en 21 millones de dólares. “Windsor se ha convertido en su hogar”, dijo una fuente real al Sun. “Sin embargo, en los últimos años, mientras vivían en Adelaide Cottage, han pasado por momentos muy difíciles”. “La mudanza les da la oportunidad de un nuevo comienzo y un nuevo capítulo; una oportunidad para dejar atrás algunos de los recuerdos más tristes”, agregó la fuente. A diferencia de Adelaide Cottage, se dice que William y Kate ven el traslado a Forest Lodge como un movimiento “a largo plazo” hacia su “hogar para siempre”. La pareja real también está utilizando su propio dinero para pagar el costo total de la renovación de su nueva casa soñada, y fuentes aseguran que no tendrán personal interno. William y Kate vivían en Adelaide Cottage, no lejos del Castillo de Windsor, cuando la princesa fue diagnosticada con cáncer el año pasado. “En enero, me sometí a una cirugía abdominal mayor en Londres y en ese momento se pensó que mi condición no era cancerosa. La cirugía fue exitosa”, anunció Kate en marzo de 2024. “Sin embargo, las pruebas posteriores a la operación encontraron que había cáncer”, agregó en ese momento. Después de varios meses de agotadora quimioterapia, la princesa de Gales reveló en septiembre que había terminado su tratamiento contra el cáncer. “Los últimos nueve meses han sido increíblemente difíciles para nosotros como familia”, dijo Kate el 9 de septiembre. “La vida, como la conoces, puede cambiar en un instante, y hemos tenido que encontrar la manera de navegar por aguas tormentosas y un camino desconocido”. “El viaje del cáncer es complejo, aterrador e impredecible para todos, especialmente para los más cercanos a ti”, añadió. Pero a pesar de terminar el tratamiento el año pasado y anunciar que estaba en remisión en enero pasado, Kate todavía lucha con su recuperación postratamiento. “Pones una especie de cara valiente, estoicismo durante el tratamiento. El tratamiento termina, y es como, ‘puedo seguir adelante, volver a la normalidad’, pero en realidad, la fase posterior es realmente muy difícil”, dijo en julio. “Ya no estás necesariamente bajo el equipo clínico, pero tampoco puedes funcionar normalmente en casa como quizás lo hacías antes”, agregó la esposa de William el mes pasado. REDACCIÓN FV MEDIOS



