Fausto Iza, padre de dos estudiantes que asisten a la escuela primaria 60 en Woodhaven, Queens, dice que las reducciones en el menú de las escuelas públicas, que eliminarán desde galletas hasta muslos de pollos, alimentos favoritos de sus hijos, afectarán su bolsillo.
“También en lo económico porque nos tocará ir a comprar, ya tendríamos que comprar para la semana, para preparar, levantar y todo eso”, dijo Iza.
Esta reducción, que empezará en febrero, ocurre como resultado de un recorte de 60 millones de dólares en el presupuesto de alimentos escolares, implementado por la administración del alcalde Adams.
Esto obliga al Departamento de Educación a eliminar varios de los elementos más costosos del menú de las cafeterías escolares. Entre ellos, las galletas, los dumplings de pollo y los burritos de frijoles y queso.
“Pues sí yo creo que afecta en la salud y en el rendimiento académico de los niños ya que a algunos no les gusta otra clase de comida. Tal vez no ponen atención por el hambre que sienten en la escuela”, dijo Henrry Saavedra, otro padre de familia.
En algunas escuelas intermedias y secundarias, los estudiantes ya no recibirán pechuguitas de pollo, papas fritas o ensaladas para llevar.
Pero eso no es todo, también se eliminarán muslos y piernas de pollo asado, guacamole y salsa, junto con los kits de desayuno, que incluyen tostadas francesas, bagels, pan (chuh·baa·tuh) ciabatta y muffins de avena con batata.
“Hay un conflicto pues porque eso no es tan saludable, pero hay cosas que van a quitar que sí son saludables”, dijo Jesenia Jiménez.
Además, activistas del área aseguran que esta reducción impactará especialmente a familias de bajos ingresos, como solicitantes de asilo.
“Porque muchas de estas familias viven en un ‘shelter’, viven en una carpa o viven en la calle y no tienen facilidad de poder preparar. Aunque aún la tuvieran la comida no tienen la facilidad de poder preparar un plato para poderlo poner en la mesa en la mesa para servir comida caliente”, dijo Plácida Rodríguez, de Mahe the Road NY.
Sin embargo, el portavoz del departamento de Educación emitió un comunicado asegurando que estas reducciones no comprometen los estándares nutricionales.
“Las opciones diarias, incluido un bar de ensaladas, siguen estando disponibles, y nuestros jóvenes continúan beneficiándose de cafeterías mejoradas, cocinas certificadas halal, viernes con energía vegetal y otros programas de alimentos escolares”, se dijo.
Destacan que están enfrentando una crisis fiscal y han tomado medidas para limitar el impacto en las escuelas.