Predicciones de 1925 sobre el 2025: Entre lo extraño y lo visionario

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Hace cien años, en 1925, un grupo de visionarios trató de imaginar cómo sería el mundo en 2025. Algunas de sus predicciones sonaban descabelladas, otras estaban cargadas de un sorprendente realismo, y muchas revelan tanto las esperanzas como los miedos de aquella época.

Hoy, al cruzar el umbral de este año, echamos un vistazo a estas profecías publicadas por el diario USA Today, unas que acertaron y otras que quedaron como curiosidades del pasado.

La belleza y la preocupación por el futuro

El psicólogo estadounidense Albert E. Wiggam advirtió en 1925 que la belleza estaba en peligro. Según su cálculo, las personas consideradas menos atractivas tendían a tener más hijos que las bellas e inteligentes, lo que llevaría al declive de la estética humana.

“Si seguimos avanzando en la dirección equivocada, como lo hemos estado haciendo, la belleza estadounidense está destinada a decaer y no habrá una sola chica guapa dentro de 100 años”, expresó a una audiencia en Brooklyn, Nueva York. Afortunadamente, el Brooklyn de hoy sigue mostrando que la diversidad y la belleza humana no han decaído.

La longevidad como meta

Sir Ronald Ross, médico británico y Premio Nobel de Medicina, vaticinó que los avances científicos permitirían a los humanos vivir hasta los 150 años. Aunque este hito aún no se ha alcanzado, la medicina moderna ha extendido significativamente la esperanza de vida y ha mejorado la calidad de los años vividos.

Un nuevo orden mundial

H.G. Wells, famoso autor de ciencia ficción, imaginó un futuro donde el poder global estaría dividido entre tres grandes bloques: Estados Unidos, Europa y China. Aunque su idea de “confederaciones” no se ha materializado del todo, la globalización y la interdependencia entre regiones reflejan un mundo cada vez más conectado.

Un gobierno único y una humanidad unida

El físico irlandés EE Fournier d’Albe predijo que para 2025 habría un gobierno mundial, un idioma común y comercio libre sin fronteras. También imaginó una medicina capaz de eliminar enfermedades y prolongar la vida. Aunque la unidad global sigue siendo un sueño, los avances en medicina han reducido drásticamente muchas dolencias que eran letales en su tiempo.

Tecnologías domésticas y cotidianas

El científico Archibald M. Low visualizó un mundo con relojes sincronizados automáticamente, aeropuertos urbanos con plataformas de despegue rápido y avances como camas automáticas o banca inalámbrica. Si bien algunas de estas ideas son comunes hoy, otras, como las aceras móviles omnipresentes, siguen siendo parte de un futuro por venir.

Un Manhattan futurista

H. Winfield Secor predijo que Nueva York tendría rascacielos mucho más altos, con calles a múltiples niveles para manejar el tráfico. En muchos aspectos, la evolución vertical de la ciudad ha cumplido con sus expectativas, aunque las calles móviles siguen siendo un sueño de ingeniería.

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La revolución del hogar y la industria

Según el Weekly Scotsman, los electrodomésticos reducirían el trabajo doméstico a una mínima expresión, y las fábricas producirían ropa y bienes de manera completamente automatizada. Aunque los avances tecnológicos han aligerado muchas tareas, aún estamos lejos de la autonomía total imaginada.

La comunicación moderna

El Dr. A.R. Wentz predijo que llevaríamos dispositivos de bolsillo para vernos y escucharnos. Con los smartphones de hoy, esta visión se ha hecho completamente realidad, transformando cómo vivimos y nos conectamos.

Un vistazo a nuestras prioridades

Entre las profecías de 1925 también se encuentran deseos de igualdad, avances sociales y el fin de la pobreza. Sophie Irene Loeb imaginó un mundo sin niños pobres gracias a mejoras en el bienestar social. Aunque el mundo ha avanzado en muchos aspectos, estos sueños aún necesitan de atención y compromiso.

La ciudad junto a la bahía

Por su parte, el historiador armenio Rowell Stratian predijo que San Francisco, California, sería la ciudad más grande del mundo en 2025, esto ocurriría luego de que países asiáticos vayan ganando influencia y pudieran unirse el océano Pacífico con el océano Atlántico como gran mar comercial, afirmó. por lo que Nueva York pasaría a un segundo plano, detrás de San Francisco y Oakland.

“Será el mayor puerto del mayor mar. Estará en comunicación directa con dos tercios de la población mundial”, afirmó Stratian. Calculó que el Área de la Bahía tendría una población de al menos 15 millones para 2025. En realidad, es más cerca de la mitad: 7,7 millones.

Reflexiones del pasado hacia el futuro

El ejercicio de imaginar el futuro siempre ha estado lleno de optimismo y advertencias. Al mirar hacia atrás, las predicciones de 1925 nos muestran cómo el ingenio humano puede acercarse a la realidad, incluso si no acierta del todo. El mundo en 2025 es un testimonio del progreso continuo y del poder de soñar en grande.

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