El acto sexual es una experiencia íntima y placentera para muchas personas. Sin embargo, para las mujeres, es importante tener en cuenta ciertos cuidados de salud después de tener relaciones sexuales, y uno de ellos es el de orinar después del acto sexual.
¿Por qué es necesario orinar después de tener relaciones sexuales?
Hacer pipí después de tener relaciones sexuales es una práctica recomendada por los expertos en salud. Esto se debe a que orinar después del acto sexual puede ayudar a prevenir infecciones del tracto urinario, como la cistitis. La cistitis es una infección común que afecta principalmente a las mujeres debido a su anatomía. El hecho de que la uretra femenina sea más corta y se encuentre cerca de la vagina y el ano aumenta el riesgo de infección. Durante el acto sexual, las bacterias pueden ingresar a la uretra y viajar hacia la vejiga, lo que puede provocar una infección urinaria.
Cómo orinar después de tener relaciones sexuales protege contra la cistitis
Cuando una mujer orina después de tener relaciones sexuales, ayuda a eliminar las bacterias que pueden haber ingresado a la uretra durante el acto sexual. Al hacerlo, se «lava» el tracto urinario, evitando que las bacterias se multipliquen y causen una infección. Este proceso también se conoce como el «efecto de descarga de agua». Al orinar, el chorro de orina arrastra las posibles bacterias hacia afuera, evitando que lleguen a la vejiga y causen una infección.
El Dr. Odile Bagot, ginecólogo-obstetra, explica: «Durante el acto sexual, las bacterias intestinales también pueden ascender por la uretra. El chorro de orina, que es estéril, las expulsa hacia el exterior para evitar que colonizen la vejiga y provoquen la famosa cistitis post-coito».
La importancia de evitar la ducha vaginal después del acto sexual
Algunas mujeres pueden tener la costumbre de realizar una ducha vaginal después del acto sexual en un intento de mantener una mayor higiene. Sin embargo, esta práctica está desaconsejada, ya que puede alterar el equilibrio de la flora vaginal y destruir el ecosistema natural del área íntima. La ducha vaginal puede causar irritaciones, sequedad vaginal, infecciones y aumentar el riesgo de contraer enfermedades como las infecciones por hongos.
En lugar de la ducha vaginal, basta con ir al baño y orinar después de tener relaciones sexuales. No es necesario realizar ninguna otra acción de limpieza adicional. Es importante recordar que el cuerpo tiene sus propios mecanismos de limpieza y equilibrio, y en este caso, la micción es suficiente para proteger la salud de las mujeres.
Otros consejos que pueden ayudar a mantener una buena salud íntima
- Mantener una buena higiene personal: lavar la zona genital con agua tibia y un jabón suave es suficiente para mantener una buena higiene. Es importante evitar el uso de productos químicos fuertes o perfumados que puedan irritar la piel sensible.
- Usar preservativos: utilizar preservativos durante el acto sexual puede ayudar a prevenir infecciones de transmisión sexual (ITS). Es importante recordar que los preservativos solo son eficaces si se utilizan correctamente y se cambian después de cada acto sexual.
- Beber suficiente agua: mantenerse hidratado es importante para mantener un sistema urinario saludable. Beber suficiente agua ayuda a diluir la orina y a eliminar las bacterias y toxinas del cuerpo.
- Vaciar la vejiga regularmente: no retener la orina durante mucho tiempo puede ayudar a prevenir infecciones del tracto urinario. Es recomendable orinar cada vez que se sienta la necesidad y no aguantar la orina durante períodos prolongados.
- Mantener una buena salud general: llevar un estilo de vida saludable, que incluya una alimentación equilibrada, hacer ejercicio regularmente y descansar lo suficiente, fortalece el sistema inmunológico y ayuda a prevenir infecciones.