En muchas culturas, se considera una falta de educación poner los codos sobre la mesa mientras se come. Aunque las reglas de etiqueta varían según cada contexto cultural, esta prohibición ha sido ampliamente reconocida como una norma de comportamiento a lo largo de los años. A continuación, estudiaremos las razones detrás de esta práctica y su importancia a lo largo del tiempo.
Las origines de esta práctica
La tradición de no poner los codos sobre la mesa se remonta a la Edad Media, una época marcada por un alto riesgo de envenenamiento y conflictos durante los banquetes. Para evitar cualquier acto sospechoso y garantizar la seguridad de los comensales, se recomendaba mantener las manos visibles sobre la mesa. Estas precauciones permitían a los invitados disfrutar de la comida sin temor a posibles agresiones.
Otra razón que explica el origen de esta práctica es que las comidas se llevaban a cabo con frecuencia con un gran número de invitados en mesas estrechas. Para evitar sobrecargar la mesa y dificultar la cercanía entre los comensales, era mejor no apoyar los codos en ella. De esta manera, se aseguraba suficiente espacio para todos los invitados.
Otras prácticas a evitar en la mesa
Además de no poner los codos en la mesa, existen otras malas costumbres que es mejor evitar durante una comida. Por ejemplo, jugar con los dedos o mostrar signos de impaciencia son comportamientos que pueden considerarse como falta de educación.
Laurence Carcacella, periodista y autora del libro «Le savoir-vivre de la Parisienne», también menciona que no debemos empujar la comida con el cuchillo. «Solo debemos usar el cuchillo para cortar la carne o el pescado». En lugar de usar el cuchillo, es mejor usar un trozo de pan para empujar los alimentos en el plato.
Además, es importante recordar ser cortés y permitir que los anfitriones terminen los preparativos antes de comenzar a comer. Ser un invitado considerado es una señal de respeto hacia quienes nos han invitado.
La evolución de las normas de etiqueta
A lo largo del tiempo, las normas de etiqueta han evolucionado y han perdido parte de su rigidez. En la actualidad, no poner los codos sobre la mesa puede considerarse más una cuestión de buenos modales que de una regla estricta. Sin embargo, sigue siendo una práctica valorada en ocasiones formales y demuestra respeto hacia los demás comensales.
Es importante tener en cuenta que las reglas de etiqueta pueden variar según la cultura y el contexto. Lo que se considera aceptable en una cultura puede no serlo en otra. Por lo tanto, es fundamental familiarizarse con las costumbres locales cuando se participa en una comida en un entorno desconocido.