TEL AVIV.- Se estima que más de 33,000 personas han muerto en Gaza, de las cuales el 72 por ciento son mujeres y niños, pero dichas cifras son rechazadas por Israel, al cuestionar que esos números son ofrecidos por el Ministerio de Salud en Gaza, controlado por Hamás.
Los reportes, sin embargo, son validados por varias oficinas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), incluida la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, en inglés), a la cual el gobierno de Benjamin Netanyahu acusa de “confiar” en los reportes de una organización terrorista.
“La fuente de estas cifras es la misma organización terrorista que el 7 de octubre violó, secuestró, torturó, asesinó, mutiló a los civiles israelíes, creo que el crimen de mentir no debe serles mucho problema”, consideró Gabriel Chocron, vocero del IDF y fundador de Conexión Israel, en una entrevista en Tel Aviv. “Entonces esta cifra no debe ser tomada como realidad sin poder tener el contexto de esa información”.
En un nuevo esfuerzo de descalificar las cifras, Israel cita un análisis del Washington Institute, el cual cuestiona las metodologías en los reportes sobre muertes, al tiempo de que la Corte Internacional de Justicia (ICJ, en inglés) sigue un proceso contra Israel por presunto genocidio contra palestinos debido, en parte, a la cantidad de muertes civiles en la contraofensiva contra Hamás.
El mayor Roni Kaplan, vocero del IDF, indicó que el reporte del Washington Institute, realizado por Gabriel Epstein, revela problemas en la metodología de contabilización de muertos, la cual se realiza con los reportes del Ministerio de Salud en Gaza, así como el estimado de medios de comunicación.
Eso significaría que de los civiles muertos “reales” que Israel podría reconocer hasta ahora, al menos 13,000 son identificados –sin precisar esa metodología de identificación—como terroristas, lo que deja 10,000 civiles muertos.
“En el primer mes de la guerra, el Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás, dependió de su sistema de recolección existente, compuesto principalmente por hospitales y morgues, para certificar cada muerte”, dice el reporte publicado el 24 de marzo. “Sin embargo, a principios de noviembre, los hospitales en el norte de Gaza comenzaron a cerrar o evacuar durante la invasión terrestre israelí, lo que impulsó al Ministerio de Salud a introducir una metodología nueva e indefinida para contar las muertes: informes de los medios”.
Epstein cuestionó dicha metodología, aplicada en los últimos cuatro meses de los seis que lleva el conflicto armado.
“Esta metodología, que el Ministerio de Salud rara vez ha reconocido públicamente, representa la mayoría de las muertes reportadas en los últimos cuatro meses, superando el sistema de recolección tradicional”, dice el reporte de Epstein.
EE.UU. mantiene presión por muertes de civiles
A pesar de los esfuerzos de Israel en rechazar los más de 33,000 muertos, el gobierno de Estados Unidos no ha secundado, hasta ahora, esa narrativa, aunque ha dejado de citar cifras específicas para enfocarse a un llamado a permitir la ayuda humanitaria en Gaza.
“Los horribles ataques de Hamás contra Israel el 7 de octubre del año pasado y la devastadora pérdida de vidas civiles en Gaza […] han planteado preocupaciones profundamente preocupantes en materia de derechos humanos”, dijo el secretario de Estado, Antony Blinken este jueves al hablar sobre el reporte en la defensa de derechos humanos 2023.
El funcionario dijo que la prioridad en Gaza es “poner fin a los combates”, pero también “garantizar la liberación de los rehenes”, así como “respetar el derecho internacional humanitario”.
Sobre las muertes de civiles, el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, dejó claro que el gobierno de Israel debería estar respetando la ley internacional, según revela un diálogo con un periodista en la conferencia de prensa de este jueves en Washington, D.C.
Periodista: “Ni siquiera usted puede atacar a civiles, incluso si tiene una organización terrorista incrustada en hospitales y escuelas”.
Miller: “Por supuesto que no”.
Periodista: “Legalmente hablando…”
Miller: “Eso es lo que quiero decir. Eso es lo que quiero decir…”
Periodista: “Eso es –sí– un crimen de guerra”.
Miller: “…Eso no cambia el estándar al que se debe sujetar a Israel. Absolutamente”.
A pesar de los cuestionamientos sobre las muertes de civiles, para el periodista experto en Medio Oriente, Henrique Cymerman, no debería creerse en las cifras de Hamás.
“Lo que yo os recomiendo como periodista y como alguien que conoce a Hamás […] no toméis lo que dice Hamás como algo […] como dicen en España, que da misa”, indicó durante una conferencia a periodistas en Tel Aviv el domingo pasado. “Israel no te va a engañar jamás con los números, porque perdería su credibilidad para el futuro, nunca más les creerías […] es un Estado”.
Sin embargo, el propio primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha reconocido cifras de muertes civiles cercanas a las que circulan, al mencionar a senadores republicano que 28,000 personas han muerto en Gaza, según reveló el senador Josh Hawley (Missouri) a The New York Times.
¿Se ajustarán las cifras de civiles muertos?
Cymerman incluso cita el análisis del Washington Institute, aunque el reporte no ha sido reconocido como oficial por las Naciones Unidas ni otra autoridad.
Israel parece reorientar la narrativa con respecto a los muertos, señalando que es algo de lo que se hablará “en su momento”, en busca de mantener el enfoque en la contraofensiva contra Hamás.
Para el portavoz Kaplan “llegará ese momento”, al considerar que la prioridad es liberar a los rehenes y terminar con Hamás.
Incluso Cymerman sigue esa línea de pensamiento del gobierno de Israel.
“Ya llegará el momento de las cifras”, consideró. “[Aunque] que cada niño […] que cada mujer, que cada persona que no tiene nada que ver pague por ello es trágico”.