Demócratas y republicanos son los partidos hegemónicos en Estados Unidos desde hace prácticamente 200 años. De ideología progresista y conservadora respectivamente, ambas formaciones políticas cuentan con una larga trayectoria en la historia política de Estados Unidos, algo que no cambiará este año cuando Donald Trump o Kamala Harris sean elegidos el próximo 5 de noviembre.
Los demócratas están representados en su logotipo oficial por un burro, mientras que los republicanos están representados por un elefante. Como todo en la política norteamericana, esto tiene su explicación en anécdotas históricas que se remontan al siglo XIX.
El burro democrata, una burla convertida en lema de campaña
El primero de los partidos en adoptar un animal fue el Partido Demócrata: en 1828, durante la campaña de Andrew Jackson (quien sería elegido el primer presidente demócrata de la historia de EEUU) era ridiculizado por sus rivales políticos, que lo tildaban de ‘jackass’, en inglés ‘estúpido’ o ‘burro’ en sentido peyorativo, debido a su postura obstinada y su insistencia en determinadas políticas.
Lejos de ofenderse, Jackson se apropió del animal y lo hizo su bandera de campaña: el demócrata pensó que este símbolo podía conectar con el pueblo llano, la América rural, lejos de la supuesta terquedad que le atribuían sus rivales políticos con este animal.
La victoria de Jackson afianzó al burro como símbolo demócrata, una imagen que las viñetas de los periódicos se encargaron de afianzar el símbolo en la opinión pública americana.
El elefante republicano se remonta a la guerra de Secesión
El elefante republicano se remonta a 1861, durante la presidencia de Abraham Lincoln y recién comenzada la Guerra de Secesión. El origen no está claro: algunos afirman que el elefante se eligió como símbolo de fuerza y estabilidad, mientras que otros lo atribuyen a una anécdota de la guerra, en la que los soldados decían “haber visto al elefante” en referencia a haber entrado en combate, un eslogan que Lincoln empleó durante la guerra.
El símbolo prevaleció como representación de la fuerza, el poder y la resistencia que los republicanos se atribuyen como valores de su forma de gobernar.
Las viñetas de Thomas Nast popularizaron ambas representaciones
No sería hasta años después, cuando en 1874, cuando el caricaturista Thomas Nast cristalizó en la cultura popular estadounidense a estos dos animales como símbolos de los partidos políticos: el ilustrador publicó viñetas satíricas, como la que dedicó al presidente Grant ese año, en la que asociaba a los elefantes con el Partido Republicano. Más adelante haría lo propio con los demócratas.
Durante toda su etapa publicando en la revista política Harper’s Weekly, que se publicó hasta 1916, Nast usaría estas representaciones que, a día de hoy, forman parte de la cultura política de Estados Unidos y ambos partidos han tomado como propios.