El cabello mojado: un enemigo silencioso
Cuando el cabello está húmedo, su estructura se hincha y se vuelve más frágil. Esto se debe a que el agua penetra en la corteza capilar, debilitando las delicadas proteínas que la conforman. Mientras más tiempo permanezca el cabello en este estado, mayor será el riesgo de que se rompa y se dañe.
El cabello mojado es más vulnerable al daño. Cuanto más tiempo se mantenga húmedo, mayor será el riesgo de que se debilite y se rompa.
Secado natural vs. secado con calor: ¿Cuál es más dañino?
Un estudio realizado por la Asociación Dermatológica de Corea y la Sociedad Coreana de Dermatología de Investigación comparó los efectos del secado natural y el secado con secadora en la estructura capilar. Sorprendentemente, los resultados mostraron que, aunque la superficie del cabello se dañaba más con el uso de la secadora, el complejo de membranas celulares se veía más afectado en el grupo de secado natural.
Esto se debe a que, durante el secado al aire, el cabello permanece húmedo por más tiempo, lo que puede ocasionar un daño más profundo en la corteza. Por el contrario, el uso de la secadora a una distancia adecuada y con movimiento continuo causa menos perjuicios a la fibra capilar.
Contrario a la creencia popular, el secado natural puede ser más dañino para la estructura interna del cabello que el uso moderado de una secadora.
Tipos de cabello y su respuesta al secado
No todos los cabellos reaccionan de la misma manera ante el secado natural o con calor. Aquí es donde entran en juego las diferencias individuales:
Cabello fino y liso: estos tipos de cabello tienden a retener menos humedad, por lo que el secado al aire natural suele ser una opción más segura.
Cabello grueso, rizado o alisado: estas fibras capilares absorben más agua y, por lo tanto, son más propensas a dañarse si se secan lentamente al aire.
El tipo de cabello es un factor clave en la elección del mejor método de secado. Los cabellos finos y lisos se benefician más del secado natural, mientras que los gruesos, rizados o alisados se ven más favorecidos por el uso moderado de la secadora.
¿Cómo secar el cabello de forma segura y saludable?
Independientemente de si optas por el secado natural o con secadora, existen algunas pautas que debes seguir para minimizar el daño a tu cabello:
Secado natural
Retira el exceso de agua con una toalla de algodón: no retuerzas ni frotes el cabello, ya que esto puede debilitar la estructura capilar.
Peine con delicadeza: comienza por las puntas y avanza lentamente hacia las raíces, evitando tirones o cepillados agresivos.
Evita dormir con el cabello mojado: la humedad excesiva puede provocar la proliferación de bacterias y hongos en el cuero cabelludo.
Secado con secadora
Mantén una distancia adecuada: procura mantener la secadora a unos 20-25 centímetros de distancia del cuero cabelludo.
Ajusta la temperatura: usa la opción media o baja, evitando las temperaturas extremas que puedan dañar el cabello.
Aplica un protector térmico: productos como el Dove Smooth & Shine Heat Protection Spray ayudan a prevenir el daño por calor.
Termina con aire frío: una ráfaga de aire frío al final ayudará a fijar el peinado y sellar la cutícula capilar.
Independientemente del método de secado que elijas, es fundamental seguir buenas prácticas para cuidar y proteger la salud de tu cabello.
Productos recomendados para un cabello más sano
Dove Intensive Repair Damage Therapy Shampoo y Conditioner
Esta línea de productos está formulada con una combinación restauradora de proteínas, lípidos y nutrientes que ayudan a prevenir y reparar el daño en la superficie capilar.
Dove Smooth & Shine Heat Protection Spray
Este spray protector térmico desenreda, suaviza y brinda un escudo de protección contra el calor de la secadora u otras herramientas de peinado.