Es fundamental que los niños y niñas aprendan desde pequeños algunos conceptos y hábitos financieros para que puedan tomar decisiones económicas inteligentes en el futuro (Freepik)
El dinero es un recurso indispensable para la vida, pero si este no se gestiona correctamente también puede ser una fuente de problemas. Por eso, es fundamental que los niños y niñas aprendan desde pequeños algunos conceptos y hábitos financieros que les ayuden a tener una buena relación con el dinero para que puedan tomar decisiones económicas inteligentes en el futuro.
Pese a que existen diversos cursos sobre finanzas, enseñar el correcto uso del dinero a los menores no es un factor común. Esto conlleva a largo plazo a presentar un problema en los hogares, reflejando en la adultez los vacíos que se tienen al no recibir formación financiera en los primeros años de vida.
“Vivimos en una sociedad inmediatista, desde la niñez se premia la gratificación instantánea, queremos ser ricos y famosos ahora, lo que bloquea en la mente la proyección a largo plazo y a su vez deja el ahorro en un segundo plano. (…) En la medida que aprendamos a menor edad, somos esponjas y más rápido sabremos poner en práctica lo enseñado. Sin embargo, no es común en la educación primaria abordar temáticas sobre administración del dinero, un conocimiento que todo colombiano debería aprender”, expresa Nicolás Quintero, Co Fundador de Autonomistas.
La educación financiera es el conjunto de conocimientos y habilidades que permiten entender cómo funciona el dinero, cómo se genera, cómo se gasta, cómo se ahorra y cómo se invierte. La educación financiera contribuye a desarrollar una cultura económica que favorece el bienestar personal y social.
La educación financiera es importante para los niños por varias razones:
- Ayuda a comprender el valor del dinero y el esfuerzo que implica ganarlo. Así, aprenden a apreciar lo que tienen y a cuidar sus pertenencias.
- Enseña a diferenciar entre necesidades y deseos, y a priorizar sus gastos según su importancia. Así, aprenden a consumir de forma responsable y a evitar el derroche y el endeudamiento.
- Inculca el hábito del ahorro, permitiéndoles tener un colchón financiero para afrontar imprevistos o cumplir objetivos a largo plazo. Así, aprenden a planificar su futuro y a tener una mayor seguridad económica.
- Acercamiento al mundo de la inversión, permitiéndoles hacer crecer su dinero y generar ingresos pasivos. Así, aprenden a aprovechar las oportunidades y a diversificar sus fuentes de ingresos.
- Los prepara para gestionar sus finanzas personales cuando sean adultos, y para enfrentarse a los retos y cambios que implica el sistema económico actual. Así, aprenden a ser más autónomos y a tomar decisiones financieras informadas y racionales.
¿Cómo educar a los niños en temas de dinero o finanzas desde la infancia?
La educación financiera de los niños no depende solo de lo que aprendan en el colegio, sino también de lo que ven y viven en su entorno familiar. Los padres y madres de familia son los primeros y principales educadores financieros de sus hijos, y tienen la responsabilidad de transmitirles valores, actitudes y comportamientos adecuados respecto al dinero.
Los padres y madres de familia son los primeros y principales educadores financieros de sus hijos (Freepik)
Infundir a los hijos actividades básicas financieras como ganar, gastar y ahorrar puede ser la mejor manera de inculcar un buen manejo del dinero, incluso con el tiempo darle una responsabilidad al niño o niña de algún gasto de la casa, así sean los adultos quienes pongan el dinero, pueden ser conductas aprendidas que con el tiempo se verán reflejadas significativamente en sus decisiones. Esto a futuro puede evitar deudas innecesarias que se traducen en preocupaciones, teniendo todo el conocimiento y herramientas para hacerlo.
“Con nuestros hijos por ejemplo, podemos ofrecer una mesada a cambio de aportar con alguna actividad doméstica acorde a su edad que no haga parte de sus responsabilidades normales como cepillarse los dientes porque por eso no se debe pagar, e incentivar al ahorro a través de la consecución de una meta (juguete), de manera sencilla y divertida. Cuanto mejor manejo le des a tu dinero a temprana edad, mayor autonomía financiera tendrás en el mañana”, concluye Quintero.
En conclusión, el dinero es una herramienta que facilita la vida, pero también puede ser una fuente de problemas si no se gestiona correctamente. Por eso, es esencial que los niños reciban una educación financiera desde la infancia, que les ayude a desarrollar una cultura económica que favorezca su bienestar personal y social.