Las contundentes victorias del expresidente de Estado Unidos Donald Trump en las primarias de Iowa, Nuevo Hampshire, Carolina del Sur y Míchigan lo han acercado a la candidatura republicana para las elecciones presidenciales y ahora la clave para la ‘estocada final’ a su rival Nikki Haley puede estar en el estado de California.
El próximo martes 5 de marzo está señalado en el calendario electoral estadounidense como un día trascendental. En el conocido como ‘Supermartes’ se reparten un total de 874 delegados para la Convención del Partido Republicano, 169 de ellos en California.
Dicho estado, de marcada tradición demócrata, no es terreno fértil para Trump, pero en julio del año pasado sus aliados lograron modificar la norma del estado que dictaba que los delegados debían repartirse proporcionalmente con la cantidad de votos conseguidos por cada candidato.
Esto ha cambiado para beneficio del expresidente -líder indiscutible en todas las encuestas republicanas- y ahora se contempla que si alguno de los aspirantes consigue más del 50% de los apoyos puede adjudicarse la totalidad de delegados.
Trump perdió en 2020 ante Biden por más de cinco millones de votos en California, pero en las primarias de 2016 y también de 2020 logró imponerse a sus rivales.
En total, quince estados concurrirán a los comicios del ‘Supermartes’ y California entregará el 19.3% de los delegados que se disputan este día, aunque el voto por correo ya está en marcha y consciente de ello la campaña de Haley, tras la derrota en Nevada a principios de febrero, se trasladó allí para recaudar fondos y reunirse con simpatizantes.
Los sondeos del último mes en California dan a Trump mínimo un 66% de los votos, con una ventaja de al menos 42 puntos sobre Haley, que se ha negado a retirar su candidatura, pero un resultado adverso este martes puede suponer su derrota definitiva.
Golpe sobre la mesa
Las posibilidades de que Trump gane las elecciones de noviembre en California sobre su rival demócrata son remotas, ya que en el estado no se impone el candidato republicano desde George H. W. Bush en 1988, pero conseguir la victoria en las primarias puede suponer un gran paso para él.
Sus propuestas de deportaciones masivas de individuos indocumentados, construcción de gigantes centros de detención o la posibilidad de regresar a la política de separación de familias no son muy populares en este estado, con una población inmigrante de más de 10 millones.
Así que vencer en las primarias allí sería un golpe directo para Biden, cuya desaprobación ronda ahora el 55% a nivel nacional y se ha visto obligado a ceder ante los republicanos en materia migratoria a cambio de asegurar fondos para Ucrania e Israel.
Sumado a ello, Biden perdió en California cuatro años atrás contra Bernie Sanders y, además, con sus 1 millón 613,853 votos bajó el registro de Hillary Clinton en 2016, que obtuvo 1 millón 940,580 y luego sucumbió ante Trump.
Vital para evitar tropiezos
El peso que tiene California en el total de delegados en juego en las primarias republicanas es cercano al 7% y es el estado más influyente en esa elección, que requiere llegar a la cifra de 1,215 puestos para asegurar la candidatura del partido, oficializada en julio.
Más allá del avance de hacerse con los 169 delegados de California, una victoria de Trump en ese y los otros estados que van a las urnas el ‘Supermartes’ puede aportar gran simbolismo sobre la importancia de los líos legales del expresidente para los ciudadanos.
Trump mantiene abiertas en su contra más de una veintena de causas, tanto civiles como penales, e investigaciones por asuntos relacionados con sus negocios, por agresión a mujeres o por el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021.
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