Lewis Hamilton ha vuelto a sonreír. En el Autódromo Hermanos Rodríguez, el británico logró su mejor resultado en clasificación desde que viste de rojo: saldrá tercero en el Gran Premio de México 2025, un paso adelante que refleja algo más profundo que una simple vuelta rápida. Por primera vez en todo el año, el siete veces campeón del mundo siente que se está adaptando de verdad a Ferrari.
El camino, sin embargo, no ha sido fácil. En su primer año con la Scuderia, Hamilton ha vivido una montaña rusa de frustraciones y aprendizaje. Charles Leclerc le ha superado en 14 de las 19 clasificaciones y suma 192 puntos frente a los 142 del británico, que ha tenido que acostumbrarse no solo a un coche completamente distinto al Mercedes, sino también a una forma de trabajar muy diferente.
“Me ha llevado todo un año llegar a este punto; ha sido realmente una montaña que escalar. Pero por fin, al entrar en sintonía con todo lo que me rodea, conmigo mismo y con mis ingenieros, hemos empezado de verdad a extraer el potencial del coche”, explicó tras la sesión de clasificación.
Hamilton, que llevaba semanas mostrando señales de mejora —ya en Austin se le vio más cómodo y competitivo—, destacó que el progreso no es casualidad, sino fruto de un trabajo meticuloso dentro del equipo.
“Seguimos mejorando en nuestros procesos, y los procesos abarcan desde el momento en que llegamos hasta las reuniones posteriores, las decisiones que tomamos como equipo dentro del área de ingeniería, cuándo salimos a pista, todas esas cosas. Creo que seguimos puliendo continuamente algunos de esos aspectos”, detalló.
“Mi coche es prácticamente idéntico al de Charles”
Foto de: Sam Bloxham / LAT Images via Getty Images
El británico también quiso subrayar la buena sintonía con Charles Leclerc, con quien trabaja codo con codo en la evolución del monoplaza. “La forma en la que Charles y yo hemos trabajado juntos para hacer avanzar el coche y desarrollarlo ha sido muy positiva durante los fines de semana de carrera. Nuestros coches son prácticamente idénticos ahora, y por fin estoy entendiendo cómo conducir este coche que Charles ha tenido la suerte de pilotar durante los últimos siete años”.
Pese a que Ferrari no ha tenido el coche más competitivo en todos los circuitos, Hamilton ha empezado a igualar los ritmos de su compañero, una señal alentadora de cara al cierre de temporada. Aunque el británico es consciente de que la adaptación llega tarde, con un cambio de reglamento total previsto para 2026, su satisfacción es evidente.
“Estoy realmente, realmente feliz. Ha sido un año difícil y no puedo creer que haya tardado tanto en llegar aquí, pero está bien. Lo que importa es el camino, y he crecido mucho a lo largo de él”. Por primera vez desde que se marchó de Mercedes, Hamilton transmite calma y confianza. No ha sido el año de los resultados que muchos esperaban, pero sí el año en el que ha empezado a entender qué significa ser piloto de Ferrari.
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