Varias familias que han tenido que vivir separadas por las políticas migratorias en la frontera entre Estados Unidos y México, lograron reunirse el sábado 2 de noviembre, a través del evento “Abrazos no muros”. Los migrantes pudieron ver a sus seres queridos justo en la zona del río Bravo, entre El Paso, Texas, y Ciudad Juárez, Chihuahua, donde se abrazaron, lloraron y hablaron por solo 3 minutos.
El evento que es organizado cada año por la Red Fronteriza por los Derechos Humanos (BNHR), ha buscado promover la reunificación de familias migrantes, haciendo conciencia sobre las difíciles realidades que enfrentan aquellas personas que, debido a su estatus migratorio, viven separadas de sus seres queridos, informó Deutsche Welle.
200 familias se unieron en un abrazo
Este año, un total de 200 familias pudieron ingresar al cauce del río Grande, en donde estuvieron oficiales de la Patrulla Fronteriza y de las autoridades mexicanas que tuvieron que supervisar la reunión familiar.
El tiempo de contacto fue limitado, pues las 2,000 personas sólo pudieron abrazarse durante 3 minutos, y luego fueron escoltadas cada grupo a sus respectivos lados de la frontera. Durante ese corto tiempo, compartieron la ilusión de que muy pronto, tal vez puedan estar juntos.
“Voy a ver principalmente a mi hermana Rosa Sandoval, ya tengo muchas ganas de verla”, comento a Deutsche Welle desde la frontera sur, Samuel Sandoval.
“Tengo un año sin verla y créanme que, a pesar de que ha pasado simplemente un año, siento que ha sido algo eterno, la verdad, porque siempre estábamos juntos, siempre comíamos juntos”, comentó Samuel Sandoval.
“Abrazos no muros” intenta reunir cada año las familias
“Abrazos no muros” se ha convertido en una tradición anual y un símbolo de resistencia y esperanza para la comunidad migrante. Nació el 10 de Agosto del 2016 a causa de la gran problemática que existe hasta hoy de separación de familias en Estados Unidos, a consecuencia de un sistema migratorio roto.
“Este evento ha reunido a miles de familias en la frontera entre Estados Unidos y México que separa El Paso, Texas y Ciudad Juárez, México”, detallan en su sitio web.
Los organizadores destacaron la importancia de visibilizar las políticas migratorias que separan familias y reafirmaron su compromiso de abogar por reformas que permitan la reunificación familiar.
“Los alambres de púas los abrieron”
“Hoy, si ustedes pueden ver, hicimos un logro extraordinario. Esto estaba lleno de alambres de púas y se tuvo que abrir el alambre de púas para permitir que las familias pudiesen tener este evento. Eso sólo lo puede lograr una comunidad como El Paso y como Juárez”, dijo Fernando García, director de BNHR.
El activista señaló que en este evento participaron varios “aliados” y aseguró que van a seguir organizándolo en los próximos años.
Durante los escasos minutos que pudieron estar frente a frente, la escena de madres, padres, hijas, hijos, hermanas y hermanos abrazados en medio del río Bravo resonó entre los asistentes y captó la atención de activistas, medios de comunicación y defensores de derechos humanos que participaron en el evento, indicó EFE.
Marionetas gigantes
Ciudad Juárez se ha convertido en un punto neurálgico para las personas migrantes irregulares que buscan cruzar hacia Estados Unidos, especialmente tras la reactivación de políticas que dificultan el acceso al país vecino.
Durante la reunió familiar en la frontera, se podían ver marionetas gigantes entre las personas, con la que destacaron la historia de una mujer que se separó de su familia, e intentó cruzar hacia Estados Unidos, pero murió en el camino.
Con información de EFE y Deutsche Welle
Sigue leyendo: