La impunidad con la que actúa el crimen organizado en el norte de México permite a los delincuentes dejarse ver a plena luz del día, e incluso transportando los cuerpos sin vida de sus víctimas o rivales.
Así ocurrió recientemente en la ciudad de Hermosillo, Sonora, luego de que elementos del Ejército y policías estatales detuvieron una camioneta sospechosa que circulaba a exceso de velocidad.
Al notar la presencia de las autoridades, el conductor del vehículo aceleró y se originó una persecución que duró algunos minutos, hasta que la unidad fue interceptada.
Según reportaron medios como SDP Noticias, de la camioneta descendieron 5 hombres con actitud agresiva, por lo que fueron sometidos de inmediato y se procedió con la revisión del vehículo.
Sin embargo, la sorpresa fue mayor para los agentes cuando descubrieron en el maletero de la camioneta un cuerpo sin vida que estaba amordazado y presentaba visibles signos de violencia.
Además, encontraron diversas armas de fuego y cargadores, por lo que los detenidos, tres de ellos menores de 17 años, fueron trasladados a la Fiscalía General de Justicia del Estado para ser investigados.
Un estado invadido por el narcotráfico
Hasta el momento no se ha determinado la identidad de la víctima ni se sabe si los detenidos pertenecen a algún cártel del narcotráfico, pero este hecho deja ver hasta dónde ha escalado la ola de violencia en la región.
Debido a su ubicación geográfica, Sonora es una entidad disputada por varios grupos criminales, principalmente Los Chapitos y Los Pelones, dos células rivales pese a que ambas forman parte del Cártel del Sinaloa.
También se cuenta con la presencia del Cártel de Caborca, un grupo criminal creado por Rafael Caro Quintero, cuya principal base de operaciones es Caborca, la ciudad que le da el nombre a la organización.
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