Funcionarios electos y activistas piden a la administración Adams que suspenda la política que obliga a las familias solicitantes de asilo con hijos, a abandonar los refugios en los que vivien luego de 60 días de estadía.
Y ante el inicio de un nuevo año escolar, explican que la medida es perjudicial para el desarrollo de los estudiantes inmigrantes.
El mes pasado, la Alcaldía obtuvo permiso del estado para comenzar a desalojar a las familias inmigrantes de los albergues operados por el Departamento de Servicios para Personas sin Hogar.
Los activistas denuncian que la norma está desplazando a familias trabajadoras y a neoyorquinos vulnerables, incluidos miles de niños en edad escolar.
“La problemática aquí es que son familias que vienen con muchas necesidades. Necesidades físicas, de hambre, de tener acceso a educación y también necesidades de salud mental y nosotros tenemos que darle el apoyo que necesitan para que estos niños se puedan educar y vemos los resultados cuando no pasa. Esta política ha causado que niños estén en las estaciones de tren trabajando con sus padres en lugar de estar en la escuela aprendiendo y educándose”, dijo la concejal demócrata Carmen de la Rosa.
Los activistas sostienen que la aplicación de esta política podría obligar a más estudiantes a trasladarse entre escuelas y refugios hasta cinco veces en un año académico.
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