Santiago.- Los cierres técnicos de los vertederos como el de Tamboril, Moca y La Vega y su conversión en espacios de estaciones de transferencias no han logrado solucionar definitivamente el problema de los desperdicios y del hedor que continúan desprendiendo.
En el caso del basurero de Tamboril, su proceso de clausura inició en abril del 2022 por el Fideicomiso DO Sostenible, con un acuerdo que ha permitido al igual que a los otros municipios, depositar en el ecoparque de Rafey, que con el paso de los años se ha convertido en un relleno sanitario regional.
Aunque la estación de transferencia ha permitido mejorar la recolección con cinco volquetas, que por día hacen seis viajes hasta Rafey, los desperdicios que son llevados, afectan con el hedor a los residentes de comunidades como La Milagrosa de Guazumal, donde se encuentra el vertedero de Tamboril.
A pesar de que fueron colocados fardos, para impedir que los plásticos arropen la carretera La Cumbre, lugar que representa un atractivo turístico para aquellos que visitan el monumento levantado en honor a las hermanas Minerva, Patria y María Teresa Mirabal, en el mismo lugar donde fueron asesinadas por los esbirros del dictador Rafael Leonidas Trujillo, el problema persiste.
“El problema mayor es cuando hay cambios de vientos debido a que las pestilencias que son llevadas al vertedero arrastran el hedor hasta los que vivimos por aquí”, expresa Cirilo Antonio Rodríguez, residente en La Milagrosa.
Rodríguez entiende que por el atractivo que representa la carretera turística, se hace necesario que la estación de transferencia sea trasladada a otro lugar.
En el caso de los vertederos de Moca en la provincia Espaillat y el de Soto en La Vega, a pesar de que se anunciaron sus cierres a principio de este año, ambos siguen experimentando problemas de incendios.
Recientemente, el basurero de Moca fue afectado por un fuego, causando malestar debido a la densa humareda que se desprendió.
De acuerdo al alcalde esa demarcación, Miguel Guarocuya Cabral, el incendio se produjo debido a incidencias imprevistas en el proceso de cierre por el manejo de los gases inflamables.
Además, por la labor de movimientos de residuos, que causó el escape de gases metano y las altas temperaturas.
En el mes de enero de este año y luego de cinco décadas de espera se produjo el cierre técnico definitivo de la obra, ampliamente demandada por la población mocana.
En esa ocasión, el Guarocuya Cabral dijo que el cierre se constituye en una de las soluciones ambientales de mayor impacto.
Indicó que el botadero de basura llevaba más de cincuenta años y se ha logrado por la voluntad del gobierno y las autoridades Fideicomiso DO Sostenible y Eco Cinco RD.
Basureros expuestos a fuegos de desaprensivos
Con el vertedero de Soto en La Vega, un incendio al parecer provocado por desaprensivos afectó por más de dos semanas el depósito de basura, convertido en estación de transferencia.
Estos problemas surgieron a pesar de que el día uno de febrero, el alcalde vegano, Kelvin Cruz en conjunto con los ejecutivos de la empresa ECO5 RD, anunció el cierre técnico.