En una tertulia se nos preguntó cuál era nuestro deporte favorito. Mis antecesores mencionaron el béisbol y el baloncesto; yo dije: ¡El ajedrez! Y alguien, indiscreto y asombrado, me cuestionó: “¿Pedro, y eso (el ajedrez) es deporte? Para mí que es un juego como el bingo”. Naturalmente, estaba obligado a responder.
Comencé: “Me entristece tu ignorancia (lo dije dizque en tono de broma). Para que sepas, el ajedrez es el octavo deporte más popular del mundo, alrededor de 650 millones de personas lo practican, de todas las edades. El ajedrez, literalmente hablando, no es un juego. El juego es esencialmente recreativo, aunque es innegable que disfrutemos practicando deportes. En el juego las reglas varían de acuerdo con sus participantes, no se llevan estadísticas ni se escribe para la historia. Tampoco en el juego existen árbitros o personas que exijan que se cumplan sus normas.
Mientras que el deporte implica orden para su práctica y competencias. Nadie puede imponer sus caprichos, incluso de mutuo acuerdo. El deporte requiere entrenamiento, el juego no. En el juego cualquiera puede ganar o perder, en el deporte lo lógico es que triunfe el mejor, el que esté más preparado, el más disciplinado, el que tenga más talento. Otro aspecto es que el deporte necesita escenarios adecuados para su práctica, el juego no.
Otra de las características del deporte es que es regido por organismos reconocidos en cada país. Es común que se realicen competencias nacionales, regionales, continentales y mundiales. En nuestro caso, el ajedrez, muestras federaciones locales son parte de los comités olímpicos nacionales, de la FIDE-América que reúne a todas las federaciones de nuestro continente y de la Federación Internacional de Ajedrez, FIDE, que cuenta con 195 federaciones afiliadas, que es una de las de mayor membresía del planeta.
Aunque ajedrez tiene su propia olimpíada mundial, ha sido parte de eventos oficiales internacionales, conjuntamente con los demás deportes, como ocurrió en los pasados exitosos Juegos Centroamericanos y del Caribe celebrados en El Salvador. Resalto, y esto es vital en mi respuesta, que la FIDE es reconocida por el Comité Olímpico Internacional, COI, al igual que el fútbol o la natación.
Es cierto que el ajedrez es un deporte mental, pero se requiere buena condición física para estar en forma frente al tablero. El ajedrez, en consecuencia, es un deporte completo, pues es a la vez arte y ciencia.
Recordemos que José Raúl Capablanca, excampeón mundial, afirmaba que el ajedrez era algo más que un juego, que era una diversión intelectual que tenía algo de arte y mucho de ciencia. Así que, amigo mío, finalizo asegurándote que sí, que el ajedrez es un deporte”.
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