Tras varios días del incidente y aún adolorido por los golpes, Yanni Cordero de 47 años fue el miércoles con su esposa y 3 hijos a recibir los 88 dólares que dice tenía al momento del arresto y que la policía le debía devolver.
“Ochenta y ocho y me devolvieron 68, me dieron 68 y dijeron que eso era lo que había y como los necesito los recibí”, dijo Cordero.
Pero sin duda, lo que no le podrán devolver, dice, será la paz, luego del trauma que le causaron a su pequeño hijo Yusneide de apenas un año, quien como se puede ver en un video estaba en los brazos de su padre cuando varios policías le dieron una paliza con el objetivo de esposarlo.
“Ellos empiezan a manosearme, a empujarme, a quererme quitar el niño. Cuando mi esposa viene hacia mí, le caen a golpes, la tiran contra el suelo, la pegan contra un vidrio”, agregó Cordero. “La gente, como ven qué no sueltó el niño, los policías con algo amarillo con negro, dicen que es una pistola de corriente, llegaron y me dieron cuatro veces en el cuerpo y yo no sentí nada de esa corriente. Pero sí vi que mi niño si la sintió, porque se hizo pupú y se orinó.
El incidente ocurrió el día viernes dentro de un albergue en Jamaica Queens, de acuerdo con Cordero.
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Cuenta el inmigrante que al momento de tratar de tomar el ascensor los guardias del lugar le dijeron repetidamente que no se podía comer en las habitaciones.
Sin embargo, en su poco inglés, Cordero les habría dicho que lo sabía y que iba a ir al comedor para esperar a su familia. Pero asegura que los guardias le trataron agresivamente y llamaron a la policía, quienes al llegar, sigue Cordero, no mediaron palabra u simplemente le trataron de esposarlo haciendo uso de la fuerza.
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“Tengo golpes en las costillas y por supuesto en los pies porque me jalaban por ahí. Se ven en los videos como me jalaban y me tiraban hacia el suelo”, agregó Cordero.
Quien también fue arrestada a la fuerza fue la pareja de Cordero.
“Sí, me tomaron huellas, me llevaron esposada, después al hospital también me llevaron esposada de manos y pies como si yo fuera una delincuente”, dijo Andrea Parra.
“Fue horrible, horrible y sin ver a los niños desde el viernes que nos sacaron a tal, por lo menos el domingo que lo vimos, en una videollamada. Pero eso no es así jamás y nunca va a seguir igual. Hasta ayer, hasta el lunes que lo pude ver el lunes a las diez de la noche, que lo pude ver bien agarrado, besarlo todo lo que yo le quería hacer y a mi amor”, agregó la madre.
“Es más injusto que el alcalde diga que yo andaba tomado, porque cómo va a decir el alcalde que yo andaba tomado cuando no les ha preguntado a sus agentes si me llevaron a un médico, cuando yo les exigí que me llevaran al médico no me llevaron ¿porque no me quisieron llevar?”, dijo Cordero.
La policía ha acusado a Cordero de resistirse al arresto, poner en peligro la vida de un menor de edad y conducta desordenada. Varias organizaciones que velan por los derechos de los inmigrantes han señalado que están horrorizados de ver cómo trataron a esta familia.
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