Pavel Isa Contreras, quien se desempeña como ministro de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD), ha señalado que una de las alternativas contempladas por el Gobierno en el marco de la reforma fiscal es la posibilidad de gravar con el impuesto a las transferencias de bienes industrializados y servicios (ITBIS) a todos aquellos productos que actualmente se encuentran exentos de esta carga impositiva.
En su artículo titulado “Alternativas y dilemas tributarios”, publicado el martes 16 de julio de 2024, Isa Contreras, un distinguido profesor de economía convertido en ministro, expuso que una opción clara y evidente sería la de aplicar el ITBIS a la gran mayoría, o incluso a la totalidad, de los productos actualmente exentos, ya sea a la tasa general o a una tasa reducida.
El ministro destacó que esta medida tendría como principal ventaja su capacidad recaudatoria, dado que en la actualidad más de mil productos, lo que representa más del 17% del total y equivale al 37% del gasto en consumo de los hogares, no están gravados con el ITBIS. Entre dichos productos se incluyen numerosos artículos que no son considerados alimentos básicos.
Isa Contreras también explicó que al ampliar el número de productos gravados se reduciría el margen para el incumplimiento tributario, ya que, en su opinión, facilitaría la detección de posibles errores o intentos de evasión fiscal.
No obstante, el funcionario reconoció que gravar dichos bienes podría aumentar el costo de la canasta básica, especialmente para los estratos de la población en situación de pobreza o vulnerabilidad. Propuso la posibilidad de establecer una tasa diferenciada de ITBIS para estos productos o excluir algunos elementos críticos de la lista sujeta a gravamen, con el fin de mitigar dicho impacto no deseado.
En cuanto a las estimaciones preliminares del MEPyD, se plantea que, bajo cualquier escenario razonable, los efectos derivados de la ampliación de productos gravados con ITBIS sobre la pobreza monetaria y la desigualdad serían de alcance limitado y podrían ser compensados sin mayores dificultades.
En lo que respecta al impuesto sobre la renta, el ministro de Economía considera que resulta factible la opción de reducir el salario exento de dicho tributo para que más empleados estén obligados a pagarlo, así como aumentar la tasa impositiva sobre los salarios más altos y los dividendos.
En su análisis, Isa Contreras explicó que el ISR grava los ingresos percibidos por personas y empresas. En el caso de las personas, debido a los bajos salarios, más del 80% de los asalariados no están sujetos al pago de este impuesto. Se plantea la posibilidad de disminuir el umbral de salario exento y gravarlo con una tasa baja (entre un 4% y un 5%), lo cual tendría un impacto recaudatorio moderado, aunque incrementaría, de manera modesta, los niveles de pobreza. Asimismo, se sugiere la creación de un tramo superior con una tasa impositiva mayor al 25% actual para gravar los salarios más elevados, en lo que constituiría una medida progresiva con un impacto recaudatorio relativamente limitado.
En línea con estas propuestas, se plantea la posibilidad de incrementar la tasa actual de impuestos sobre dividendos e intereses, que actualmente se sitúa en un 10%. Respecto a los dividendos, que afectan a un reducido grupo de individuos pertenecientes a los segmentos más acomodados, se estima que este cambio tendría un efecto recaudatorio moderado.
Asimismo, se plantea la importancia de que todas las personas estén obligadas a declarar anualmente la totalidad de sus ingresos provenientes de diferentes fuentes, incluyendo dividendos e intereses, sobre los cuales se aplicarían las tasas correspondientes, las cuales aumentan conforme crecen los ingresos. No obstante, se reconoce que el desafío administrativo derivado de esta medida no es menor.
El ministro también hace referencia a la necesidad de gravar el impuesto sobre la renta a trabajadores y profesionales independientes, señalando que existe un amplio campo para incrementar las recaudaciones, especialmente entre los profesionales cuyos ingresos no están completamente integrados en el sistema tributario.
Destaca la importancia de que los incentivos fiscales sean utilizados de manera precisa y temporal para fomentar el desarrollo de actividades productivas, enfatizando la necesidad de que su impacto sea mensurable. En este sentido, señala que en la República Dominicana muchos de estos incentivos se otorgan por períodos prolongados, son generalizados, no se evalúan sus resultados y se abusa con frecuencia de ellos.