El papa Francisco, de 87 años, llegó este domingo (28.04.2024) a Venecia, que acoge su primer viaje fuera de Roma en siete meses. El helicóptero del pontífice aterrizó a las ocho de la mañana en el patio de la cárcel de mujeres, situada en la isla de la Giudecca, que alberga el pabellón del Vaticano de la 60ª Bienal de Arte Contemporáneo de Venecia.
“No dejemos de lado la dignidad” dijo a las cerca de ochenta reclusas. Francisco las saludó, una por una, así como al personal administrativo y penitenciario y a los voluntarios. Desde este antiguo convento para mujeres, convertido ahora en una prisión para reclusas con largas condenas, el papa, sensible a la situación de los marginados y al mundo carcelario, pidió al sistema penitenciario que ofrezca “herramientas y espacios de crecimiento humano, espiritual, cultural y profesional”.
“¡Ánimo, y adelante! No se rindan”, dijo el Papa tras recibir como regalo productos elaborados por las internas, muchas de ellas conmovidas. Chiara Parisi, comisaria de la exposición, destacó “el asombro” y “la esperanza” de las reclusas por esta visita.
Venecia en lancha motora
Tras visitar la isla de Giudecca, Francisco navegó en lancha motora por los famosos canales de Venecia rumbo a la Punta de La Salud, la entrada del famoso Gran Canal. Allí fue llevado con un pequeño vehículo blanco entre los jóvenes, que le recibieron cantando a las puertas de la basílica de Santa María de La Salud.
Francisco es el primer pontífice que visita una instalación de la prestigiosa Bienal de Arte veneciana aunque sus predecesores, Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI sí acudieron a Venecia por otros motivos. Tras este viaje, el jesuita argentino tiene previsto realizar otros dos al norte de Italia, a Verona en mayo y a Trieste en julio. La visita coincide con la imposición de una tasa a los turistas de 5 euros que, como invitado, Francisco no tuvo que pagar.
Reunión con los jóvenes y misa en San Marco
Francisco recomendó hoy a los jóvenes “dejar el celular” y “encontrar a la gente” para no convertirse en “profesionales del teclear compulsivo”, durante su acto con ellos. “Os digo, no os aisléis, buscad a los demás, hagan experiencia de Dios juntos, sigan caminos de grupo sin cansarse. Podríais decir: ‘Pero a mi alrededor todos están con los teléfonos, pegados a las redes sociales y a los videojuegos’”, explicó el pontífice.
Pero animó: “Id sin miedo a contracorriente: tomad la vida entre las manos, poneos en juego, apagad la televisión y abrid el Evangelio, esto es demasiado ¿eh?. Dejad el celular y encontrad a la gente”. A los jóvenes explicó que el teléfono “es muy útil para comunicarse” pero pidió estar atentos a cuando “impide encontrar a la gente”.
Tras el acto con los jóvenes, Bergoglio volverá a cruzar el Gran Canal para llegar a la plaza de San Marco y dar misa y después regresar en helicóptero al Vaticano, tras apenas cinco horas de viaje oficial. Francisco no viajaba desde su visita a Marsella (Francia) en septiembre de 2023. Una bronquitis le obligó a cancelar su viaje a Dubái en diciembre por su estado de salud, cada vez más frágil, y el agotamiento sufrido durante la Semana Santa había vuelto a encender las alarmas por su estado de salud. Sin embargo, planea visitar el sudeste asiático en septiembre, en lo que sería su viaje más largo.
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