El papa Francisco dijo el sábado a los burócratas del Vaticano que dejen de hablar mal unos de otros, empleando una vez más su mensaje navideño anual para reprender las puñaladas por la espalda y los chismes entre sus colaboradores más cercanos. El papa, que acaba de cumplir 88 años, instó a los prelados a hablar bien los unos de los otros y a emprender un humilde examen de conciencia durante la temporada de vacaciones de Navidad. (Seguir leyendo…)
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