El físico Andre Geim, ganador del Premio Nobel de Física en 2010, ha perdido su ciudadanía neerlandesa luego de adoptar la nacionalidad británica hace 13 años para recibir el título de caballero, según confirmaron medios internacionales.
Geim, de origen ruso y nacionalizado neerlandés en los años 90, se mostró “extremadamente molesto” tras ser informado de que debía entregar su pasaporte neerlandés o enfrentar consecuencias legales, debido a las restricciones de doble nacionalidad impuestas por los Países Bajos.

“Me considero un Premio Nobel neerlandés-británico (en ese orden)”, expresó Geim en un comunicado. “La historia y el tiempo que viví y trabajé en los Países Bajos están muy cerca de mi corazón”.
La legislación neerlandesa prohíbe, en la mayoría de los casos, la doble nacionalidad, especialmente cuando se adquiere otra de forma voluntaria. Aunque Geim aceptó la nacionalidad británica en 2012 para poder usar el título de “Sir”, no fue informado en ese momento de que esto resultaría en la pérdida automática de su nacionalidad anterior.
El físico asegura que habría rechazado el título de caballero si hubiera conocido las consecuencias legales.
Un científico de renombre mundial
Andre Geim nació en 1958 en Rusia y adquirió la ciudadanía neerlandesa mientras trabajaba en la Universidad Radboud de Nimega. En 2010, junto con Konstantin Novoselov, recibió el Premio Nobel de Física por sus investigaciones pioneras sobre el grafeno, un material extremadamente fino y resistente.
Además del Nobel, Geim ha sido reconocido con múltiples distinciones, incluyendo el premio satírico Ig Nobel por hacer levitar una rana mediante magnetismo.
Una figura admirada, ahora sin pasaporte neerlandés
Durante años, Países Bajos lo celebró como un orgullo nacional, otorgándole la distinción de caballero, un busto en La Haya y su inclusión en la Real Academia de las Artes y las Ciencias.
Sin embargo, al adoptar la nacionalidad británica —principalmente para fines protocolarios— Geim infringió una cláusula de la ley que no contempla excepciones automáticas, ni siquiera para galardonados con el Nobel. Sus intentos legales por conservar la nacionalidad, alegando que su caso representaba un “interés del Estado neerlandés”, fueron rechazados.
“Me echaron del país como una cosa inútil”, concluyó el científico.
Un caso que expone las tensiones entre identidad y burocracia
Aunque no se trata de una crisis humanitaria, el caso de Geim refleja las dificultades que enfrentan migrantes y ciudadanos con múltiples vínculos nacionales, ante leyes que no siempre se ajustan a los contextos globales actuales.
“Me considero europeo, y no creo que sea necesaria ninguna taxonomía adicional”, escribió Geim en un ensayo posterior a su Nobel.
Fuente: NY Times
Por: Yari Araujo


