El Cairo, 13 jul (EFE).- Varios países árabes condenaron este sábado el bombardeo israelí contra la zona humanitaria de Mawasi, en el sur de la Franja de Gaza, en el que murieron más de 70 personas, según las autoridades sanitarias gazatíes.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Egipto condenó en un comunicado en los términos más enérgicos el bombardeo israelí y pidió a Israel que «deje de despreciar la vida de los ciudadanos civiles indefensos y se adhiera a las normas humanitarias».
«Estos crímenes no son prescriptibles, y no pueden ser aceptados bajo ninguna justificación» y «añaden serias complicaciones a los esfuerzos que se están realizando actualmente para alcanzar la calma y un alto el fuego», añadió Egipto, uno de los principales mediadores entre Israel y el grupo islamista Hamás junto con Estados Unidos y Catar.
El Ministerio de Exteriores de Jordania emitió un comunicado en términos similares en el que condenaba a Israel y sus «ataques sistemáticos contra civiles y refugios para personas desplazadas», concretamente contra «las tiendas de campaña de personas desplazadas en Jan Yunis, zona que Israel había clasificado previamente como segura».
El portavoz oficial del Ministerio jordano, Sufyan al Qudah subrayó «la condena y denuncia absoluta» del reino hachemita contra Israel por «su desafío a la comunidad internacional y la voluntad internacional que exige el fin de la guerra, su comisión de crímenes de genocidio contra al pueblo palestino en la Franja de Gaza y su obstrucción de la entrada de ayuda humanitaria a la Franja».
Por su parte, el departamento de Exteriores de Arabia Saudí reiteró su exigencia de un alto el fuego inmediato y permanente, medidas de protección para los civiles en todos los territorios palestinos ocupados, y «la necesidad de activar mecanismos de rendición de cuentas por las continuas violaciones israelíes del derecho internacional humanitario».
Kuwait consideró que estos ataques israelíes «son claros y explícitos», e «indican sin duda ninguna que estas fuerzas están cometiendo crímenes de guerra y subestimando los esfuerzos internacionales para un alto el fuego y poner fin al conflicto».
El Ejército israelí defendió su ataque contra la zona humanitaria de Mawasi, e insistió en que el lugar atacado era un complejo de Hamás ubicado en una zona abierta, rodeado de árboles y edificios, donde se congregaban un gran número de milicianos, y no en las tiendas de campaña de Mawasi, donde residen miles de desplazados.
El grupo islamista palestino Hamás, por su parte, negó que el ataque tuviera como objetivo a ninguno de sus líderes.
Más allá del ataque en Mawasi, el Ejército israelí continuó con su ofensiva en distintos puntos de la Franja de Gaza, donde ya han muerto 38.443 personas, según las últimas cifras del Ministerio de Sanidad gazatí. EFE
