Pacientes del INCART: equipos dañados y escasez de medicamentos

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El Instituto Nacional del Cáncer Rosa Emilia Sánchez Pérez de Tavares (INCART) además de que carece de medicamentos, tiene su equipo de resonancia dañado desde hace más de un año, al punto de que sus pacientes tienen que trasladarse a otro centro y agotar nueva vez el procedimiento.

El equipo de N Investiga recibió denuncias de pacientes del INCART quienes deben trasladarse a otros centros, a pesar de venir del interior del país a atenderse ante las carencias de este centro para el cáncer.

El Instituto Nacional del Cáncer Rosa Emilia Sánchez de Tavares (INCART) fue inaugurado el 15 de agosto del 2012 y se define como un hospital de tercer nivel, especializado en el tratamiento del cáncer.

El INCART ofrece los servicios de Exámenes de Laboratorio, Estudios de Imágenes, Hospitalización, Emergencias, Medicina Interna, Cardiología, Odontología, Anestesiología, Procedimientos Quirúrgicos Emergencia.

Desde septiembre de 2020, su director es el doctor José Ramírez Feliz, cirujano general y cirujano oncólogo. El hospital tiene un presupuesto aprobado para este año de 3,812 millones de pesos.

En septiembre de 2023, el INCART ganó el tercer lugar en la categoría “Desempeño Hospitalario Autogestión”. Sin embargo, no deja de tener deficiencias que afectan significativamente a más de 7 mil pacientes que recibe diariamente, como lo explicó una paciente de cáncer de mama quien acudió a buscar sus medicamentos y se encontró con que no había.

“Me ponen dos medicamentos. Uno se llama Zometa. El otro se llama Faslodex, entonces, últimamente, cuando he ido, no hay”, explicó una de las afectadas.

El director del INCART, Dr. José Ramírez, aclaró que la escasez de medicamentos se debe a los trámites de las compras alineadas a la Ley 340-06, que establece que para cualquier adquisición que supere el umbral de un millón de pesos debe realizarse una licitación pública que puede tomar entre uno y tres meses.

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Ramírez justificó el traslado de los pacientes al Instituto de Oncología Heriberto Pieter y explicó que ese hospital no sufre de escasez porque es privado, “esto es privado, aunque da un servicio a los pobres, está orientado para el hospital privado. El hospital no tiene que hacer licitación para comprar”.

Pero, además de esta problemática de la escasez de medicamentos, N Investiga recibió informes de que desde hace un año están dañados el equipo de resonancia magnética y el tomógrafo, métodos de diagnóstico de suma importancia, ya que indican si hay o no un tumor y si los tratamientos están siendo efectivos.

El director del INCART admite esas deficiencias

“El tomógrafo ya, la semana antepasada, entró en funcionamiento. El resonador, la compañía que daba el mantenimiento nos dijo que no hay manera cómo resolverlo. Ese resonador tiene 15 años, o sea que ya llegó a su vida útil completa”, dijo el Dr. Ramírez.

Ramírez reconoció que desde hace seis meses no cuentan con fisioterapeutas, que son los profesionales de la salud que tratan las afecciones que limitan la capacidad de moverse y realizar actividades físicas.

Además, dijo que aumentaron un 600% la cantidad de servicios que ofrecían y que por consecuencia más pacientes están yendo al hospital, sin embargo, como se pudo constatar, eso no es suficiente.

Ante la escasez de medicamentos y los equipos dañados, los pacientes temen morir y es preocupante que el instituto oncológico de referencia nacional no pueda suplir las necesidades más básicas a sus pacientes.

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