Si alguien pensaba que Shohei Ohtani ya había agotado el arsenal de asombros con el que tiene a sus pies al mundo del deporte desde 2018 debería de considerar lo que este atleta, que parece haber sido diseñado por Inteligencia Artificial, ha hecho cuando se ha jugado el 22% de la serie regular.
Ohtani no sube a un montículo desde el 23 de agosto. Un mes más tarde se sometió a la segunda cirugía Tommy John en cuatro años para reparar y agregar tejidos al codo derecho, el brazo que utiliza para lanzar, y no se espera su regreso a rotación hasta 2025.
Mientras a todo el pelotero que se somete a un tratamiento tan invasivo y revolucionario como ese requiere entre ocho y 18 meses entre algodones y terapias para volver, Ohtani es un serio candidato al Jugador Más Valioso de la Liga Nacional.
En la alineación de los Dodgers como bateador designado al no poder jugar defensa, el japonés de 29 años ha sorteado el océano de presión de haber rubricado el contrato más grande de la historia y verse envuelto en un escándalo mayúsculo de distracción de millones para apuestas.
Con esa coraza de acero, Ohtani es el mejor bateador de la temporada medido por la vara de referencia, el OPS, que trepa hasta los 1.111. Lo hace con un astronómico promedio de bateo de .364 (líder en toda la MLB), su porcentaje de embasarse alcanza los .426 y el de extrabases (slugging) llega a .685, también el mejor de ambas ligas.
Comparte el liderato de cuadrangulares (10) con tres jugadores, encabeza el departamento de hits (52) y dobles (14), totaliza 25 carreras remolcadas y ha llegado a salvo en los siete intentos de robo.
La fórmula de calcular las victorias sobre nivel reemplazo (WAR) de FanGraphs le otorga 2.4, el segundo en la MLB solo detrás de su compañero Mookie Betts (2.7), que como intermedista y torpedero comienza la ecuación para sacar ese número con +3.0 y +7.5 puntos, mientras que el designado arranca con -15.0.
En Baseball-Reference Betts va delante 3.1, con Bobby Witt Jr., (2.5) de segundo y Ohtani (2.4) de tercero.
¿Volverá a lanzar?
Ya en 2019 Othani no lanzó, mientras se recuperaba de su primera Tommy John con Anaheim, y se mantuvo en la alineación durante 106 partidos con una línea ofensiva de .286/.343/.505.
Fue la referencia que tomaron los Dodgers el invierno pasado para arriesgar a pagarle lo que pedía, con la esperanza de que a partir de 2025 volviera a lanzar y batear.
Pero en Los Ángeles no terminan de definir si tiene sentido volver a exponerlo a esa carga de trabajo como jugador múltiple.
“Incluso si quiere lanzar, quién sabe hasta qué punto podrá hacerlo”, dijo un ejecutivo de la Liga Nacional a The Athletic. “Existe alguna posibilidad de que no supere el obstáculo y haya terminado de lanzar, quiera (continuar) o no. La otra cosa es que los lanzadores de 30 años obtienen contratos de cuatro, cinco, seis y tal vez, si tienen mucha suerte, de siete años. No hay ninguna posibilidad de que siga lanzando mientras dure este acuerdo”.
Lo que ha demostrado Ohtani hasta la fecha es que, en caso de no poder volver a lanzar, puede ser uno de los mejores con el madero.
La decisión que se tomó con Ruth
Para 1918, Babe Ruth había sido el mejor lanzador del último lustro y los días que no habría partidos era un azote con el madero. El Bambino, con 25 años y que bateaba y lanzaba a la zurda, alertó que no era viable hacer ambas funciones por mucho tiempo. Ruth, para muchos el mejor pelotero de la historia, es la referencia obligatoria a Ohtani.
“No creo que un hombre pueda lanzar en su turno habitual y jugar todos los demás juegos en alguna otra posición y mantener ese ritmo año tras año”, dijo Ruth a la prensa en 1918. “Puedo hacerlo bien esta temporada, y no lo siento, porque soy joven y fuerte y no me importa el trabajo. Pero no garantizaría hacerlo durante muchas temporadas”.
Ruth había laborado 1,190 capítulos entre 1914 y 1919, pero a partir de 1920 se convirtió en un jugador de posición a tiempo completo hasta 1935 y en ese último tramo solo lanzó 31 innings en cinco partidos.