Los amantes del arte francés acuden en masa al industrial barrio de Brooklyn para realizar excursiones peculiares que muestran grafitis y arte urbano en almacenes.
Esta atracción de nicho se mantiene fuerte a pesar de que un importante grupo de la industria proyecta una caída de casi 20% en el turismo extranjero a la Gran Manzana este año.
“Hay tantas personas en Francia obsesionadas con el grafiti y el arte callejero: ha sido una gran parte de nuestro negocio durante años”, dijo Audrey ‘Byte’ Connolly, guía de Graff Tours en Bushwick, al medio The Post.

Connolly, quien ha dirigido recorridos por el arte urbano de este barrio hipster durante casi una década, atribuye similitudes culturales entre Nueva York y París a esta predilección.
Mientras guías turísticos reportan ausencia de visitantes habituales de Canadá, Australia, Alemania y otras naciones —posiblemente por boicots políticos y temores económicos relacionados con aranceles— los turistas franceses siguen llegando, según Connolly.
“Están obsesionados con el arte callejero; ojalá sigan viniendo”, expresó.
Alemanes e israelíes —que también representaban gran parte de la clientela— han reservado menos este año, y los grupos escolares de Canadá y China también han disminuido, agregó Connolly.
Antoine Jacquet, un cliente francés de 23 años, comentó que ha sido más difícil sortear los trámites migratorios bajo la administración Trump, pero logró viajar y pronosticó que el turismo “probablemente repunte con el nuevo alcalde Zohran [Mamdani]”, refiriéndose al nominado demócrata socialista.
La autoridad turística de la ciudad estima unos 2 millones menos de visitantes extranjeros en 2025, con pérdidas aproximadas de $4 mil millones.
Agosto suele ser uno de los meses más ocupados, pero Connolly ha tenido días sin reservas. “El turismo tiene efectos en cascada: afecta hoteles, pequeños negocios, la economía local”, señaló Gabe Schoenberg, presidente de Graff Tours.
Aunque el turismo francés se mantiene, Schoenberg reporta un descenso del 10% en visitantes extranjeros respecto al año pasado, por lo que ahora buscan atraer turistas locales con anuncios en redes sociales.
“Muchos turistas nacionales no ven [el grafiti] como arte”, dijo Connolly. “Les dicen que teman a Nueva York y todo lo relacionado”.
Schoenberg atribuyó la renuencia de turistas extranjeros al “rechazo” hacia el presidente Trump, el aumento de costos de transporte y alimentos, y temores por alzas de precios por aranceles.
La diversificación ha sido clave para la empresa, que además de tours ofrece clases de pintura con aerosol y eventos corporativos para Meta, L’Oréal y Samsung.
“Los ingresos por clases son significativos comparados con los tours. Si dependiera solo de tours, no creo que seguiría en el negocio”, concluyó Schoenberg.
REDACCIÓN FV MEDIOS


