Los demócratas de los niveles más altos están haciendo un esfuerzo crucial para que el presidente Joe Biden reconsidere su candidatura electoral, con el expresidente Barack Obama expresando sus preocupaciones a los aliados y la presidenta emérita Nancy Pelosi diciéndole en privado a Biden que el partido podría perder la capacidad de tomar el control de la Cámara si no se aleja de la contienda de 2024.
La órbita de Biden, ya pequeña antes de su torpe debate, se ha reducido aún más en los últimos días.
Aislado mientras lucha contra una infección de COVID en su casa en Delaware, el presidente depende de algunos asistentes de larga data mientras sopesa si ceder ante la creciente presión para que se retire.
La campaña ‘Biden For President’ está convocando una reunión de todo el personal para el viernes.
Se acerca un fin de semana crítico para el partido, ya que el republicano Donald Trump concluye una embriagadora Convención Nacional Republicana en Milwaukee y los demócratas, que corren contra el tiempo, consideran la extraordinaria posibilidad de que Biden se haga a un lado para dar paso a un nuevo candidato presidencial antes de su propia convención el próximo mes en Chicago.
Mientras la ansiedad y la información se arremolinaban, el amigo más cercano de Biden en el Congreso y su codirector de campaña, el senador Chris Coons de Delaware, dijo a The Associated Press: “El presidente Biden merece el respeto de tener conversaciones familiares importantes con miembros del bloque y colegas en la Cámara de Representantes y el Senado y el liderazgo demócrata, y no estar luchando contra filtraciones y declaraciones de prensa”.
Los funcionarios de la campaña dijeron que Biden estaba aún más comprometido a permanecer en la contienda incluso cuando aumentaron los pedidos de que se fuera. Pero también hubo tiempo para reconsiderar. Le han dicho que la campaña está teniendo problemas para recaudar fondos, y algunos demócratas ven una oportunidad ya que estará fuera de la campaña durante unos días para alentar su salida.
Biden dio positivo por COVID-19 mientras viajaba en Las Vegas y está experimentando “síntomas leves”, incluido un “malestar general” por la infección, dijo la Casa Blanca.
El propio presidente, en una entrevista de radio grabada justo antes de dar positivo, descartó la idea de que fuera demasiado tarde para que se recuperara políticamente, y le dijo a Luis Sandoval de Univision que muchas personas no se concentran en las elecciones de noviembre hasta septiembre.
“Todo lo que se habla sobre quién va a la cabeza, dónde y cómo, es como si, ya sabes, hasta ahora todo entre Trump y yo ha sido básicamente parejo”, dijo en un extracto de la entrevista publicado el jueves.
Pero en el Congreso, los legisladores demócratas han comenzado a tener conversaciones privadas sobre alinearse detrás de la vicepresidenta Kamala Harris como alternativa. Un legislador dijo que los propios asesores de Biden no pueden llegar a una recomendación unánime sobre lo que debería hacer. Más en el Congreso están considerando unirse a las casi dos docenas que han pedido que Biden se retire.
“Está claro que el problema no desaparecerá”, dijo el senador de Vermont Peter Welch, el único demócrata del Senado que ha dicho públicamente que Biden debería abandonar la carrera. Welch dijo que el estado actual de angustia del partido, con los legisladores en pánico y los donantes rebelándose, “no era sostenible”.
Obama ha transmitido a los aliados que Biden necesita considerar la viabilidad de su campaña, pero también ha dejado claro que la decisión es una que Biden debe tomar. En los últimos días, el expresidente ha recibido llamadas de miembros del liderazgo del Congreso, gobernadores demócratas y donantes clave para hablar sobre sus preocupaciones acerca de su exvicepresidente.
Pelosi también presentó a Biden una encuesta que, según ella, muestra que probablemente no pueda derrotar al republicano Trump, aunque la expresidenta de la Cámara de Representantes respondió el jueves con una declaración tajante que el “frenesí de información” de fuentes anónimas “tergiversa cualquier conversación” que haya podido tener con el presidente.
Esta historia se basa en parte en informes de más de media docena de personas que insistieron en el anonimato para poder hablar de deliberaciones privadas delicadas. El Washington Post fue el primero en informar sobre la participación de Obama.
Cuando se le preguntó sobre los informes de que Biden podría estar ablandándose ante la idea de abandonar la carrera, su subdirector de campaña, Quentin Fulks, dijo el jueves: “No está vacilando en nada”.
Sin embargo, los demócratas influyentes en la cima del aparato del partido, incluidos los líderes del Congreso encabezados por el líder de la mayoría del Senado Chuck Schumer y el líder demócrata de la Cámara de Representantes Hakeem Jeffries, están enviando señales de gran preocupación.
Utilizando montañas de datos que muestran que la posición de Biden podría dañar seriamente las filas de los demócratas en el Congreso, conversaciones francas en público y en privado y ahora los pocos días de aislamiento del propio presidente, muchos demócratas ven una oportunidad para alentar una reevaluación.
Durante la semana pasada, Schumer y Jeffries, ambos de Nueva York, han hablado en privado con el presidente, exponiendo con franqueza las preocupaciones de los demócratas en el Capitolio. El control de la Cámara y el Senado está en juego, y los líderes son muy conscientes de que una barrida republicana en noviembre podría lanzar la agenda de Trump para los próximos años.
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