El Concejo de Nueva York votó para ampliar la supervisión y la rendición de cuentas en el sistema de acogida familiar (Foster Care) de la ciudad, incluyendo a los jóvenes del colectivo LGBTIQ+, quienes a menudo enfrentan importantes desafíos como la discriminación, el apoyo insuficiente y un mayor riesgo de quedarse sin hogar.
Ante esta realidad, tres nuevas legislaciones locales introducidas esta semana, se proponen crear un sistema de información y de protección más adecuado, para quienes, en muchos casos, requieren de este tipo de servicios, porque precisamente huyen de cuadros familiares o situaciones de violencia, en donde se rechaza su orientación sexual o identidad de género.
Estas acciones legislativas son las primeras que se toman en todo el país, a favor de este segmento poblacional, agobiado por la homofobia y la transfobia, incluso en sus espacios familiares.
Una encuesta reciente centrada en jóvenes LGBTIQ+ en el sistema de acogida familiar en la ciudad de Nueva York, reveló que aproximadamente tres de cada cuatro, fueron expulsados o huyeron de su acogida, debido a la hostilidad hacia su orientación sexual o identidad de género. El 100% de los encuestados reportó acoso verbal en hogares grupales.
Más de uno de cada tres jóvenes (34.1%), de entre 13 y 20 años, en estos centros de acogida de la Gran Manzana se identifica como LGTBIQ+. Esta proporción es considerablemente mayor que la de la población general.
Esta población en hogares de acogida son, con mayor frecuencia, jóvenes de color.
“Casi tres cuartas partes de quienes reciben estos servicios se identifican como afroamericanos y casi un tercio como hispanos”, concluye una amplia investigación de la Universidad de Columbia.
Cada año, aproximadamente 10,000 niños y jóvenes reciben cuidado temporal en la ciudad de Nueva York. Esta población es colocada en hogares de acogida por orden judicial (colocación involuntaria) o porque sus padres, están dispuestos a que otros los cuiden temporalmente fuera del hogar (colocación voluntaria).
Una colocación involuntaria ocurre cuando un niño ha sido maltratado o desatendido, o puede estar en riesgo de maltrato o descuido, por parte de sus padres o de otra persona en el hogar, o porque un tribunal ha determinado que necesita supervisión.
Más auditorías
La propuesta legal 81-A, presentada por el concejal Kevin Riley, exigiría una auditoría y un informe sobre las notificaciones de colocación en hogares de acogida.
Las leyes y regulaciones estatales emitidas por la Oficina de Servicios para Niños y Familias (OCFS) exigen que los abogados de los jóvenes en hogares de acogida, reciban una notificación de los cambios en la colocación con 10 días de anticipación o, si no se previeron, dentro de un día hábil.
Este proyecto de ley exigiría a la Administración de Servicios para Niños (ACS) auditar periódicamente a los trabajadores sociales, para garantizar que estos notifiquen estos traslados dentro de un plazo adecuado.
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“Durante demasiado tiempo, las deficiencias en la recopilación de datos y la transparencia han debilitado nuestro sistema de acogida familiar, privando a los niños vulnerables de la estabilidad que merecen”, consideró Riley.
Con base datos derivados de la investigación de la Universidad de Columbia, en comparación con los jóvenes no LGBTQAI+, los jóvenes LGBTQAI+ tenían más probabilidades de ser ubicados en hogares grupales o en atención residencial. Y menos probabilidades de ser ubicados en hogares familiares.
Datos más específicos
Al exigir auditorías periódicas de las colocaciones en hogares de acogida, los legisladores buscan rastrear patrones y brindar la estabilidad que estos niños y jóvenes necesitan para prosperar.
“Esta legislación va más allá de la supervisión, se trata de garantizar que cada niño en hogares de acogida se sienta seguro, apoyado y preparado para el éxito”, razonó el concejal.
Otra legislación, patrocinada por el concejal Chi Ossé, exigiría que la ACS realice una encuesta e informe anualmente sobre el número y las colocaciones de jóvenes LGBTQ+ en hogares de acogida, incluyendo su raza y sus identidades LGBTQ+ específicas.
“El gobierno tiene la responsabilidad de garantizar el bienestar de los jóvenes en hogares de acogida y de comprender a esta población”, declaró el concejal Ossé.
Detalles de la experiencia
De igual forma, el anteproyecto 1052-A, patrocinado por la concejal Crystal Hudson, exigiría una ampliación de la encuesta, sobre la experiencia de los jóvenes en hogares de acogida, que ACS debe distribuir anualmente.
Actualmente, la ley exige que ACS formule preguntas sobre la colocación de un joven en hogares de acogida, en relación con el acceso a alimentos y ropa, las prácticas religiosas y las relaciones con familias de acogida, familias biológicas y amigos.
Este proyecto de ley ampliaría dicha encuesta, para incluir preguntas sobre experiencias relacionadas con la expresión de género, la identidad de género, las características sexuales y la orientación sexual, y permitiría a los jóvenes en hogares de acogida, expresar cualquier comentario adicional, sobre sus experiencias.
Finalmente, este proyecto de ley exigiría que la encuesta incluya preguntas sobre la relación de los jóvenes de acogida con los trabajadores de ACS, en lugar de preguntar únicamente sobre sus padres de acogida y su ubicación.

“Este proyecto de ley garantizará que nuestro gobierno cuente con la información necesaria para garantizar que los jóvenes LGBTQIA+ se sientan seguros y apoyados en nuestra ciudad”, subrayó Hudson.
El dato:
- Las siglas LGBTQAI+ significan lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, queer o en cuestionamiento, agénero o asexuales, e intersexuales. El signo “+” indica que, si bien el acrónimo pretende ser inclusivo, abarca, en diversos sentidos, más de lo que indican las etiquetas por separado.