Dos realidades coexisten: los Texas Longhorns han decepcionado esta temporada, pero siguen siendo contendientes por el título de la SEC y el Campeonato Nacional. Con un récord de 6-2 general y 3-1 en la SEC, necesitan ganar todos sus partidos restantes para mantener vivas las esperanzas de llegar al College Football Playoff. Una racha perfecta también los colocaría en posición favorable para el campeonato de conferencia, que no necesariamente tendrían que ganar, dependiendo del desempeño de otros contendientes.
Alcanzar un 4-0 desde este punto representa un desafío considerable, con un calendario que incluye: Vanderbilt, visita a Georgia, Arkansas y Texas A&M. Cabe recordar que Texas era el favorito de pretemporada para ganar la conferencia más competitiva y el título nacional. Los Longhorns, incluso con Arch Manning recuperándose de una conmoción cerebral, poseen el talento necesario para lograrlo.

Según SP+, la métrica de Bill Connelly de ESPN, Texas es el decimotercer mejor equipo del país, con la tercera mejor defensa en la FBS. La ofensiva, en el puesto 53, deja que desear, pero existen motivos para mantener el optimismo.
El aspecto crucial es que existe una ruta viable: enfrentarse a tres de los mejores equipos al final resulta beneficioso. Con un calendario más accesible, el comité de selección podría haberlos descartado incluso con 10-2. Las victorias sobre Vanderbilt, Georgia y Texas A&M harían casi imposible excluir a Texas, considerando que una de sus derrotas fue ante Ohio State.
Las dificultades ofensivas pueden interpretarse como motivo de esperanza: los Longhorns se mantienen en lucha a pesar de un ataque poco inspirador, por lo que cualquier mejora contribuiría significativamente. Incluso sin progresos ofensivos, cuentan con una defensa excepcional, lo que significa que no necesitan anotar abrumadoramente para obtener resultados positivos. Esto debería aliviar la presión sobre la ofensiva si Manning pierde tiempo de juego.
La temporada pasada mostró cómo un equipo en situación similar conquistó el campeonato nacional: Ohio State perdió dos veces en la temporada regular 2024, incluyendo un enfrentamiento contra Michigan en su último partido, pero logró clasificarse al torneo gracias a victorias sobre Penn State e Indiana.
Actualmente, Texas tiene cuotas de 50/1 para ganar el Campeonato Nacional y 20/1 para alzarse con la SEC (BetMGM Sportsbook). Existe la opción de incrementar la ganancia potencial con una apuesta acumulativa progresiva iniciando con el partido contra Vanderbilt.
Para implementar la estrategia, se apostaría por Texas en la línea de dinero (-115) contra Vanderbilt y, en caso de victoria, se reinvertiría el stake original más las ganancias en el triunfo sobre Georgia, repitiendo el proceso sucesivamente hasta que el equipo complete la racha, sufra una derrota o se decida finalizar la secuencia. Un cálculo preliminar demuestra que este enfoque genera un retorno más sustancial.
En esta nueva era del fútbol universitario, la lección aprendida es no subestimar equipos prematuramente, como se observó el año pasado con Notre Dame y Ohio State, y este año con Irish y Alabama. Texas podría no unirse a esta lista, pero existe valor inherente en apostar por que así sea.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**


