
Sánchez Ramírez, RD. – Paula Villanueva, una residente de El Rayo, una de las comunidades afectadas por el proyecto de la presa de colas de Barrick Gold en Zambrana, Cotuí, denunció la brutal represión ejercida contra los comunitarios el pasado 8 de enero, cuando fuerzas militares intervinieron la zona en un intento de garantizar el acceso de la minera.
“Son unos asesinos, nos quieren matar. Mire cómo hirieron a ese padre (Johnny Durán), si no lo matan fue de milagro. Aquí hay gente que todavía está herida, que han tenido que ser operadas”, expresó Villanueva con indignación.
Durante la represión, que incluyó el uso de bombas lacrimógenas y disparos de perdigones, al menos nueve comunitarios resultaron heridos, además del sacerdote Johnny Durán, representante de la Diócesis de La Vega, quien intentaba mediar en el conflicto.
Escenario de violencia y represión
El día del enfrentamiento quedó marcado en la memoria de los comunitarios, quienes aseguran que la respuesta de las autoridades fue desproporcionada.
Villanueva relató que entre los heridos se encuentra Lauterio Belén, un comerciante de 56 años de la comunidad de Lajas, quien fue alcanzado por un disparo de perdigón que casi le cuesta la vida.
“Me dijeron los doctores que si la herida hubiese sido un poco más profunda, no lo contara”, expresó Belén, aún recuperándose del ataque.
En el lugar, un mes después de los hechos, aún podían verse restos de 19 bombas lacrimógenas y 21 cartuchos de perdigón, evidencia del violento operativo.
Acusaciones contra Barrick Gold y el Estado
Para los comunitarios, la responsabilidad de la represión recae directamente sobre Barrick Gold y las autoridades gubernamentales que, según ellos, priorizan los intereses de la minera por encima de los derechos de la población.
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Villanueva cuestionó la actuación del Estado y denunció que la empresa ha ejercido presiones para imponer el proyecto, sin importar el impacto sobre las comunidades.
“Nos están sacando a la fuerza. Quieren reubicarnos sin darnos lo que realmente valen nuestras tierras. Y cuando nos negamos, nos reprimen con violencia”, afirmó.
El conflicto sigue abierto
Las comunidades de El Naranjo, El Rayo, Ligo, Arroyo Vuelta, Plaja, Las 3 Bocas y Las 2 Palmas se mantienen en resistencia contra la construcción de la presa de colas, asegurando que no aceptarán ser desplazadas de sus tierras sin una compensación justa.
El gobierno, por su parte, ha defendido su actuación, argumentando que el proyecto sigue en evaluación y que los estudios de factibilidad aún están en proceso. Sin embargo, para Villanueva y los demás comunitarios, la presión ejercida indica que la decisión ya está tomada.
“Si todavía ni han terminado los estudios, ¿por qué nos atacan así? ¿Por qué nos quieren sacar a la fuerza? Esto ya lo tenían decidido desde el principio”, sentenció Villanueva.
Este conflicto fue documentado en una reciente entrega del programa Bajo El Foco, del periódico De Último Minuto, transmitido por El Seis y bajo la dirección de la periodista Pamela Rojas. La investigación mostró las denuncias de los comunitarios, la represión sufrida y las inquietudes sobre el impacto del proyecto minero en la provincia Sánchez Ramírez.
La tensión en Zambrana continúa, y las comunidades advierten que seguirán resistiendo hasta que sus derechos sean respetados.
