Los padres del nuevo jefe de la Guardia Nacional de México parece que pasaron página con la conquista del país en 1521 hace mucho tiempo: su hijo se llama Hernán Cortés y, de manera paradójica, la nueva presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, acaba de situarlo de manera interina al frente de la institución pública de seguridad.
Ello, después de tensar las relaciones diplomáticas con España por excluir a Felipe VI de su toma de posesión como jefa del Ejecutivo de su país argumentando que el rey no contestó a la carta que en 2019 le envió el expresidente López Obrador instándole a pedir perdón por las “atrocidades” de la conquista española del siglo XVI y los “agravios causados” durante los años del virreinato.
La decisión de Sheinbaum hizo que el Gobierno español cerrase filas en torno a nuestro monarca y, a pesar de que sí se invitó al presidente Pedro Sánchez al acto oficial, el Ejecutivo decidió comunicar que no enviaría a nadie en representación institucional de España.
Hernán Cortés (el nuevo jefe de la Guardia Nacional, no el conquistador) tomó posesión de su cargo este sábado y es general de brigada diplomado del Estado Mayor de México.
En el comunicado gubernamental, se destaca su amplia experiencia en terrorismo o el tráfico de drogas, así como su conocimiento del ámbito internacional, al haber ejercido, por ejemplo, como agregado militar y aéreo adjunto a la Embajada de México en Francia y Alemania.
La comunicación oficial del Gobierno en redes sociales se ha llenado de comentarios sobre su nombramiento tanto de repulsa como irónicos. “Por el nombre yo lo relegaría de cualquier encargo”, “Asco de nombre”, “¿Otra conquista española?” o “Lloran porque España no pide disculpas y ahora hacen esto” son algunos de los que pueden leerse.
