El régimen de Nicolás Maduro grabó presuntamente audios en la residencia del embajador español en Caracas, previsiblemente sin su consentimiento, durante la reunión que los hermanos Delcy y Jorge Rodríguez mantuvieron con el opositor Edmundo González para negociar su exilio a España.
Ha sido el propio Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, quien los ha difundido para refutar las acusaciones de González, quien aseguró este jueves que había sido “coaccionado” en esa reunión para firmar una carta en la “acata” la supuesta victoria de Maduro en las elecciones presidenciales.
En los audios en poder del gobierno venezolano se escucha presuntamente la voz de los asistentes a la reunión en casa del embajador y alguna que otra risa, como la del propio González o la de Delcy Rodríguez, en un ambiente distendido o, incluso, jovial. “Ese fue el clima que mantuvimos al inicio de la reunión y así se mantuvo hasta el final. Para que vean cuál fue el clima en el que se sintió coaccionado el señor González Urrutia”, ha afirmado el presidente de la Asamblea.
El mayor de los hermanos Rodríguez también ha confirmado que el embajador español, Ramón Santos, fue testigo presencial de la reunión y que, incluso, agasajó a sus invitados con whisky y chocolate: “Cuando ya estábamos sentados, se quieren tomar algo, trajeron una botella de whisky Chivas Regal 12 años, trajeron vasos, después el embajador salió a buscar hielo, trajo hielo y después trajo unos chocolates venezolanos”.
Rodríguez asegura que su hermana Delcy no bebió whisky “porque estaba tomando una medicación y porque tampoco le gusta tomar” (bebió té) y también comenta que “había un cierto tufillo alcohólico en la reunión antes de que llegara el embajador con las botellas”.
Durante la revelación de los audios, Jorge Rodríguez niega cualquier tipo de presión o coacción a Edmundo González y explica que la reunión se produjo tras recibir “una carta con la propuesta que firmaría el señor Urrutia”, por lo que desde el gobierno venezolano buscaron “la manera de que él ratificara que, en efecto, esa era la carta”.
“Lo primero que notamos en el señor González Urrutia fue una intención firme, por no decir desesperación, de irse incluso ese mismo día a España”, asegura Rodríguez, acompañando sus palabras de otro audio en el que se escucha al opositor afirmando lo siguiente: “Yo creo que esto lo vamos a resolver rápidamente. Estoy totalmente seguro de esto. Vine así porque pensaba que iba a viajar hoy”.
“Más bien, quienes resultamos presionados fuimos la vicepresidenta y yo, porque había la intención de viajar ya, pero nosotros estábamos en el proceso de conversar con el Gobierno de España y también tenemos prueba de eso”, relata Rodríguez, quien da la razón al ministro, José Manuel Albares, al indicar que la negociación entre ambos gobiernos “se refirió a los términos del viaje del avión para que llegara a Maiquetía (aeropuerto de Caracas)” para llevarse al líder opositor.
No obstante, deja claro que el embajador Ramón Santos estuvo presente en todo momento en las negociaciones: “Como estas conversaciones ocurrieron en la embajada del Reino de España, el embajador es testigo de excepción”. Eso sí, subraya que “no se inmiscuyó, más allá de traer unas bebidas y chocolate”.
Se mudó de la embajada de Países Bajos a la de España
El presidente de la Asamblea venezolana también ha explicado que Edmundo González se refugió en la embajada de Países Bajos después de las elecciones presidenciales del 28 de julio y que fue él quien pidió negociar con el gobierno de Maduro, a través de un interlocutor.
“Hubo varias conversaciones telefónicas y dos conversaciones personales. Con el interlocutor que él designó, tuvimos varios encuentros para fijar posición acerca de cuáles eran las intenciones y los alcances de lo que González iba a hacer y decir”, ha señalado.
También sostiene que el opositor se trasladó “a la residencia de la embajada de España”, que está muy cerca de la sede diplomática holandesa, “cuando empezaron las negociaciones”. Algunas fuentes hablan de que Países Bajos se negó a acoger en su embajada esas negociaciones.
