Lograr una pérdida de peso sostenible puede ser una lucha constante para muchas personas. A menudo, los esfuerzos por reducir el peso parecen ser infructuosos, dejando a los individuos frustrados e incluso derrotados. Sin embargo, la ciencia ha revelado que existen factores genéticos que pueden desempeñar un papel clave en la dificultad para perder peso.
El papel del gen SMIM1 en la regulación del peso corporal
Uno de los factores genéticos identificados que pueden dificultar la pérdida de peso es una variante del gen SMIM1, el cual codifica una proteína presente en la membrana de los glóbulos rojos y se relaciona con un grupo sanguíneo específico conocido como Vel. Sorprendentemente, solo aproximadamente una de cada 5.000 personas es portadora de una variante genética de SMIM1 que afecta su función.
Cómo se descubrió la relación entre SMIM1 y el peso
Un equipo de investigación internacional, liderado por científicos de la Universidad de Exeter en el Reino Unido, analizó los datos de la UK Biobank, una de las bases de datos biomédicas más grandes del mundo. Al cruzar la información genética de aproximadamente 500,000 personas, los investigadores identificaron a 104 individuos (46 mujeres y 58 hombres) que eran portadores de la variante genética SMIM1 con pérdida de función.
El impacto de la variante SMIM1 en el peso corporal
Los hallazgos del estudio revelaron que la variante genética SMIM1 tiene un efecto significativo en el peso corporal. Los portadores de esta variante tienden a tener un exceso de peso, en promedio 4.6 kg más en mujeres y 2.4 kg más en hombres, en comparación con aquellos sin la variante.
Cómo afecta la variante SMIM1 al gasto energético
La clave para entender cómo la variante SMIM1 influye en el peso radica en su impacto en el gasto energético en reposo. Este tipo de gasto energético representa aproximadamente el 60-70% del gasto energético total de una persona. Los portadores de la variante SMIM1 tienen un gasto energético en reposo reducido, lo que se traduce en un menor consumo de calorías y, en consecuencia, un mayor acúmulo de peso.
Otros factores de riesgo que dificultan la pérdida de peso
Además de la predisposición genética, existen otros factores que pueden dificultar la pérdida de peso, como:
- Exceso de grasa corporal
- Disfunción hepática
- Niveles elevados de triglicéridos
- Colesterol alto
- Niveles bajos de hormonas tiroideas
- Metabolismo alterado de las lipoproteínas
Estos factores, ya sean individuales o en combinación, pueden crear un desequilibrio en el balance energético, lo que hace que sea más complicado lograr una reducción sostenible del peso.
Implicaciones para el manejo del peso
Los hallazgos sobre la influencia genética en la capacidad de perder peso tienen importantes implicaciones para el abordaje del sobrepeso y la obesidad. Comprender los factores genéticos puede ayudar a los profesionales de la salud a desarrollar enfoques más personalizados y efectivos para el manejo del peso.
Importancia de la evaluación genética
La identificación de variantes genéticas como SMIM1 puede ser valiosa para evaluar el riesgo individual de dificultad en la pérdida de peso, lo que permite a los pacientes y a los profesionales de la salud adaptar los planes de tratamiento y las estrategias de intervención de manera más efectiva.
Enfoques terapéuticos personalizados
Con la información genética, los profesionales de la salud pueden diseñar programas de pérdida de peso más adaptados a las necesidades individuales. Esto puede incluir ajustes en la dieta, el ejercicio y el apoyo psicológico para abordar los desafíos específicos que enfrentan los portadores de variantes genéticas como SMIM1.
A medida que se profundiza en la comprensión de los factores genéticos relacionados con la dificultad para perder peso, se abre la puerta a nuevas oportunidades de investigación y desarrollo de soluciones más eficaces. La continua exploración de este campo puede llevar a avances significativos en el manejo del sobrepeso y la obesidad.