Es sin duda la más frecuente entre las enfermedades reumáticas y en España, representa más del 72% de todos los trastornos. Estamos hablando de artrosis y, por lo general, el primer síntoma es el dolor que se produce tras una actividad prolongada de la articulación afectada. Empeora progresivamente y aparece incluso después de movimientos mínimos o como resultado de posturas incorrectas junto con una creciente dificultad de movimiento.
Reumatólogos aclaran las causas:
– Edad: El envejecimiento también afecta las estructuras articulares. Los cartílagos, al igual que el líquido sinovial, son cada vez menos capaces de soportar «cargas» y de renovarse.
– Herencia: no se ha demostrado que sea hereditaria, aunque está bien documentado que existe una predisposición a esta enfermedad si se tiene a la madre o al padre que la padece.
– Obesidad: el sobrepeso severo es sin duda uno de los factores de riesgo más incisivos, especialmente en las rodillas, caderas y parte lumbar de la columna vertebral.
– Algunos cambios hormonales: la falta de estrógeno ha demostrado una marcada acción promotora de la enfermedad, que precisamente por esta razón, puede afectar a las mujeres en la menopausia.
– Medio ambiente: puede considerarse una enfermedad profesional en algunos tipos de trabajo: los que utilizan el martillo neumático (artrosis de manos, codos, hombros); los que conducen camiones (artrosis lumbar); los que trabajan durante mucho tiempo con el ordenador (artrosis cervico dorsal).
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