Un doble abandono que duele. Para Ferrari, el fin de semana en Zandvoort puede verse desde dos perspectivas, no necesariamente ambas negativas. En 2023, precisamente la carrera neerlandesa fue un punto de inflexión para el equipo del Cavallino, que entonces supo sacar provecho de lo aprendido en un trazado poco favorable para el coche de aquella temporada; hoy, en cambio, puede considerarse una lección sobre cómo afrontar el fin de semana.
Cierto es que las prestaciones del SF-25 no fueron brillantes, a lo que se suma el doble abandono por los incidentes que involucraron a Lewis Hamilton y Charles Leclerc. En parte, sin embargo, esto se debe también a que el trazado neerlandés no se adapta demasiado bien a las características del monoplaza de este año. De hecho, durante la temporada, el SF-25 ha demostrado sufrir en las curvas largas, donde se requiere mucho apoyo en el tren delantero.

Zandvoort está repleto de este tipo de curvas y, no por casualidad, la Scuderia tuvo dificultades desde las primeras sesiones del fin de semana, llegando con una puesta a punto que se reveló inmediatamente inadecuada y que obligó a los ingenieros a cambiar de rumbo para intentar reconducir el coche y acercarse al grupo perseguidor. En parte, la decisión dio los resultados esperados, porque Ferrari sí logró acercarse, pero sin brillar en clasificación.
Foto de: Joe Portlock / LAT Images via Getty Images
En la primera parte de la carrera, Hamilton mantuvo la séptima posición, con un ritmo similar al de su compañero de equipo, que era quinto tras superar a George Russell en la primera vuelta. El británico incluso había conseguido acercarse a la zona de DRS de su compatriota de Mercedes después de una veintena de giros, aunque sin el margen necesario para intentar el adelantamiento.
Precisamente en esa fase comenzaron a caer las primeras gotas de lluvia y, aunque Hamilton había sugerido al equipo intentar un undercut para librarse de Russell, la escudería decidió continuar, también para dar prioridad a la parada en boxes de Leclerc, con la que buscaban sorprender al Racing Bulls de Isack Hadjar en la lucha por la cuarta plaza.
Sin embargo, en esos mismos instantes llegó el error del siete veces campeón del mundo, que perdió el coche sobre la zona pintada del patrocinador, más allá de la línea blanca en la curva 3, probablemente hecha más resbaladiza por las gotas de lluvia. El impacto contra las barreras fue inevitable y Hamilton no pudo hacer nada para salvar el monoplaza.
Foto de: John Thys / AFP via Getty Images
Tras la carrera, el británico no se extendió demasiado en el análisis de su actuación, limitándose a unas pocas palabras con las que quiso subrayar que, a lo largo de su trayectoria, rara vez ha sido protagonista de accidentes.
“No estoy seguro… Me parecía que hasta ese momento todo iba bien, que el ritmo en comparación con Charles, que estaba delante de mí, era bueno. Pero la parte trasera empezó a moverse, tuve un latigazo en la curva 3 y no pude recuperar el coche. No es normal que yo cometa estos accidentes y me quede fuera de la carrera. No puedo decir mucho más”, explicó Hamilton en las entrevistas posteriores a la prueba.
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