Redacción.-Una víctima de bullying termina con un final trágico. Sammy Teusch, un niño de 10 años de Indiana que se quitó la vida después de ser acosado implacablemente en su escuela, según sus parientes. Sus padres afirmaron haber levantado la voz al menos 20 veces en el último año, sin recibir una respuesta adecuada.
Sammy, un estudiante de cuarto grado en la Escuela Intermedia de Greenfield, sufrió acoso hasta la noche en que se suicidó el 5 de mayo. «Lo sostuve en mis brazos», relató su padre, Sam Teusch.
El acoso comenzó el año pasado cuando Sammy estaba en la escuela primaria. «Al principio se burlaban de él por sus gafas, luego empezaron a burlarse de sus dientes. Duró mucho tiempo», explicó su padre. «Lo golpearon en el autobús escolar, y los niños le rompieron las gafas y todo».
A pesar de las múltiples quejas presentadas por sus padres a la escuela, el acoso persistió. «Llamé a la escuela y les dije: ‘¿Qué están haciendo al respecto? Cada vez empeora más y más’», afirmó Sam Teusch, quien asegura haber alertado a la institución aproximadamente 20 veces.
La falta de una respuesta efectiva por parte de la escuela resalta un problema grave en la gestión del bullying. El superintendente del distrito escolar, Dr. Harold Olin, declinó ser entrevistado dejando muchas preguntas sin respuesta sobre las medidas que se tomaron, o no se tomaron, para proteger la vida de Sammy.