
Robert Gabriel Vargas Tavárez, de 11 años, se encuentra en estado vegetal desde hace dos años y nueve meses, luego de someterse a una operación de apendicitis en el Centro Médico Dr. Jefferson, situado en el sector Las Palmas de Herrera, Santo Domingo Oeste. Según sus familiares, el procedimiento se realizó sin contar con equipos médicos esenciales, como un ventilador mecánico.

Los padres del menor, Gabriel de Jesús Vargas y Juana Iris Tavárez, presentaron el pasado 28 de julio una querella ante la Procuraduría Fiscal de Santo Domingo Oeste. La acción legal está dirigida contra los médicos Rosa Elizabeth Medina, Francisco Garcés, Joseph Jefferson Silien, Ernesto Rafael Pérez Aristy y el propio Centro Médico Jefferson, alegando que la cirugía se ejecutó sin los equipos básicos requeridos para este tipo de intervención.
El menor, que reside en el barrio Duarte de Herrera, fue ingresado por emergencia y evaluado por el cirujano de turno, Dr. Francisco A. Garcés, y el anestesiólogo, Dr. Ernesto Rafael Pérez Aristy. Su madre, Juana Iris Tavárez, explicó: “yo lo llevé por el lado de emergencia. Y yo lo llevé normal, me lo chequearon, me le hicieron un análisis, me hicieron una sonografía”, destacando que se realizaron estudios previos antes de decidir la operación.
Con base en estos diagnósticos, los médicos determinaron intervenirlo quirúrgicamente debido a un presunto cuadro de apendicitis. La cirugía finalizó pasadas las 8:00 de la noche, pero fue hasta casi las 11:00 p.m. que se consiguió una ambulancia privada con oxígeno para trasladarlo a la Unidad de Cuidados Intensivos de la Plaza de la Salud.

Cuatro días después, el niño no respondía verbalmente ni a órdenes simples, reaccionando únicamente ante estímulos dolorosos. Su diagnóstico fue grave: mirada conjugada a la derecha con nistagmo, sin movilización espontánea y sin capacidad de comunicación. En la Plaza de la Salud se le detectó encefalopatía hipóxica isquémica, una lesión cerebral severa provocada por la falta de oxígeno, que la familia atribuye a una inadecuada supervisión postquirúrgica.
Robert Gabriel permaneció ingresado durante 16 días y desde entonces solo puede alimentarse mediante sondas. Su familia describe su estado como “un muer… en vida”, reflejando la gravedad de su condición actual. El padre en una oportunidad de una entrevista realizada para N Digital, se mostró tan desesperado que declaró: “Ya yo estaba en una condición de vida que yo lo que quería era quitarle la vida a él y quitármela a mí, digo, para que mi hijo no sufra. Ese era mi pensar”.
Este no es el primer caso de denuncia contra el Centro Médico Jefferson. En 2022, la institución fue condenada a pagar RD$6,000,000.00 por daños emocionales a Miguel Ángel Verigüete Pérez, tras la aplicación incorrecta de una inyección en el glúteo sin la supervisión adecuada.
Respecto al caso, el cirujano Dr. Francisco A. Garcés no ofreció declaraciones, mientras que el director-propietario Joseph Jefferson Silien y el anestesiólogo Dr. Ernesto Pérez Aresti sí se pronunciaron. Silien comentó: “Dentro de una cirugía, cuál es el riesgo, la anestesia. En todo proceso quirúrgico del mundo, de los principales riesgos de cualquier cirugía es la anestesia”, aunque luego indicó que no estuvo presente durante la operación.

Por su parte, Pérez Aresti afirmó que “todo salió bien” durante el procedimiento y que, si el inconveniente hubiese sido la anestesia, las consecuencias habrían sido inmediatas.
Atribuyó el estado del menor a un supuesto infarto, aclarando: “Una cosa es que el paciente haya hecho una eventualidad anestésica y otra cosa es una eventualidad por su condición quirúrgica”.
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