El New York City FC (NYCFC) consiguió este sábado una importante y contundente victoria 2-0 ante New England Revolution durante la octava jornada de la MLS, en el encuentro que se disputó en el Yankee Stadium.
Con goles de su gran figura argentina Julián Fernández y su paisano Agustín Ojeda, el NYCFC pudo tomar aire tras un inicio complejo y conseguir con los tres puntos alcanzar las ocho unidades para posicionarse en la duodécima posición.
Con el objetivo de la victoria el New York City salió a arrasar a su rival de la mano del uruguayo Santiago Rodríguez, que tomó la batuta del partido.
Sin embargo, el Revolution, que perdió por lesión en la primera parte a DeJuan Jones (sustituido por Ryan Spaulding), empezó a encontrar opciones en ataque como un buen disparo desde la frontal del español Carles Gil o un tiro de Giacomo Vrioni que sacó con una meritoria parada Matt Freese.
También el New York City se acercó a la meta rival con un intento lejano de Mounsef Bakrar o un mano a mano que no concretó Hannes Wolf ya en el descuento.
Aun así, el protagonista antes del descanso fue el árbitro, que mostró una roja directa a Ian Harkes por una entrada que no parecía merecedora de semejante castigo y, posteriormente, dio marcha atrás y lo dejó en amarilla tras la revisión del VAR.
El partido perdió velocidad en la reanudación pero Ojeda se encargó de despertar a todo el mundo en el Yankee Stadium con un gol fantástico.
El joven cazó un rechace en la frontal en el minuto 57 y soltó un misil impresionante con la derecha ante el que Henrich Ravas no pudo hacer nada. Fue el estreno ideal como goleador para Ojeda, que consiguió así su primer tanto en la MLS.
La reacción del conjunto visitante fue prácticamente inexistente, con una segunda mitad pobre en la que el New York City fue superior. Solo un disparo de Spaulding, que rebotó en un defensa para envenenarse, y un cabezazo del argentino Tomás Chancalay inquietaron a un Freese muy seguro bajo los palos.
En cambio, no pararon de sucederse las ocasiones clarísimas para los neoyorquinos, ya fuera con Ojeda, Rodríguez, Wolf o un Fernández que lo intentó una y otra vez.
El premio para el propio Fernández llegó en el 93, cuando ideó un estupendo remate con la zurda que colocó el definitivo 2-0 y resultado final.
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