Naomi Biden testificó este viernes en el juicio contra su padre, Hunter Biden, revelando detalles sobre una visita al centro de rehabilitación donde el hijo del presidente Joe Biden estaba internado en 2018, época en la que adquirió un arma de fuego pese a su adicción, algo prohibido por la ley.
La nieta mayor del presidente de Estados Unidos ingresó esta mañana a la corte de Wilmington, Delaware, donde se lleva a cabo el juicio por afirmar falsamente que no era adicto en el formulario federal para la compra de un arma en 2018.
El testimonio de Naomi Biden se centró en dos encuentros con su padre en 2018, cerca de la fecha de la compra del arma. El primer encuentro ocurrió en verano, durante una visita a un centro de rehabilitación en Los Ángeles donde Hunter estaba internado.
La joven relató que en esa ocasión su padre estaba “lo más limpio que lo había visto desde que murió mi tío”, refiriéndose a Beau Biden, quien murió en 2015 a causa de un tumor cerebral, lo que sumió a Hunter en una profunda depresión y abuso de sustancias.
El segundo encuentro fue en Nueva York en octubre, el mismo mes en que Hunter compró el arma. Naomi declaró que su padre parecía “esperanzado” en ese momento, lo que hizo que Hunter se secase las lágrimas en la corte.
El juicio continuará la próxima semana y no está claro si Hunter Biden testificará antes de los argumentos finales. Durante la semana, varias personas han testificado, incluyendo la exesposa de Hunter, Kathleen Buhle, y una exnovia.
Buhle recordó el impactante momento en que descubrió una pipa de crack en julio de 2015 y la admisión de su entonces marido de ser adicto. Además, detalló cómo revisaba el vehículo de su esposo en busca de drogas antes de permitir que sus hijas lo usaran.
Los cargos contra Hunter Biden se derivan de una investigación iniciada en 2018 durante el gobierno de Donald Trump.
El exmandatario y futuro candidato republicano en las elecciones de noviembre ha utilizado este caso para atacar a su contrincante, Joe Biden. El hijo del mandatario demócrata enfrenta otro juicio en California, donde se le acusa de evasión de impuestos por 1,4 millones de dólares.
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