Con el objetivo de recopilar y compartir información actualizada para analizar y comprender mejor la compleja situación migratoria en la selva del Darién, organizaciones internacionales, académicas y de la sociedad civil en América Latina lanzaron este miércoles una nueva iniciativa: el Observatorio de Movilidad Humana del Darién y otras rutas alternas.
El observatorio busca abordar los desafíos que enfrentan miles de migrantes que atraviesan la peligrosa ruta del Darién, una zona selvática entre Colombia y Panamá, y las rutas alternativas que los llevan hasta la frontera con Costa Rica.
El Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL), uno de los promotores del proyecto, destacó la vulnerabilidad extrema en la que se encuentran estas personas, y recordó la obligación de los Estados de garantizar derechos fundamentales como el refugio, la salud y la seguridad alimentaria.
“Las políticas migratorias actuales están forzando a los migrantes a utilizar rutas cada vez más peligrosas, como las vías marítimas, poniendo en riesgo sus vidas”, advirtió Claudia Paz y Paz, directora del programa para Centroamérica y México del CEJIL.
Según la organización, más de 500,000 personas cruzaron por el Darién en 2023, con destino principal hacia los Estados Unidos. No obstante, las autoridades panameñas estiman que este número podría aumentar al menos un 20 % en 2024, superando las 600,000 personas.
Más riesgos
El riesgo no solo proviene de las condiciones naturales de la selva, sino también de las amenazas de violencia que enfrentan los migrantes. Un informe de Médicos Sin Fronteras reportó 328 casos de violencia sexual en los primeros meses de este año, una cifra que se acerca a las 676 denuncias registradas en todo 2023.
A estas agresiones se suman desapariciones forzadas y robos perpetrados por grupos armados que operan en la zona.
Por su parte, María Teresa Urueña, de la Red Jesuita con Migrantes, subrayó que el Darién no es solo un lugar de tránsito extremadamente peligroso, sino también un reflejo de las crisis políticas, socioambientales y económicas que afectan a la región.
“Se requiere un compromiso real de los Estados para garantizar la protección, los derechos y la dignidad de las personas migrantes”, afirmó.
El observatorio también tiene como misión alertar sobre violaciones a los derechos humanos y ofrecer recomendaciones a los actores involucrados en la protección de los migrantes.
Participan 17 organizaciones, entre ellas AfroResistencia, la Fundación Refugiados Unidos, la Oficina de Washington para América Latina (WOLA) y la Asociación Promoción Claretiana para el Desarrollo.
Esfuerzos insuficientes
Esta iniciativa surge en medio de la crítica de organismos internacionales a países americanos por lo que consideran como esfuerzos insuficientes para atender la migración.
“Lo que hemos documentado en nuestra investigación es cómo la falta de políticas de refugio y asilo ha impulsado a los migrantes y solicitantes de asilo a atravesar el tapón del Darién”, afirmó este miércoles en otro evento en Bogotá la directora ejecutiva de Human Rights Watch, Tirana Hassan, en la presentación del informe ‘El Tapón del Darién: la selva donde confluyen las deficientes políticas migratorias de América Latina’.
“Los Gobiernos de las Américas deberían implementar un régimen de protección temporal en toda la región que conceda a todos los venezolanos y haitianos un estatus regular por un plazo razonable y renovable“, señaló Human Rights Watch.
El mes pasado, el Ministerio de Seguridad Pública de Panamá detalló que el 66% de las personas que habían cruzado hasta entonces provenían de Venezuela, que representa un total de 153,226 migrantes.
Con información de EFE.
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