Fue el 8 de julio de 2023. Emile Soleil, un niño de dos años y medio, desapareció en la pequeña localidad de Haut Vernet, en la región de Alpes de Alta Provenza (Francia). Se le perdió la pista y durante días todo el país estuvo pendiente de su suerte. Nueve meses después, se hallaron sus restos óseos. Este martes, dos abuelos y dos tíos del niño fueron detenidos, pero puestos en libertad 48 horas después. El misterio continúa.
Aquel 8 de julio de 2023 era el primer día de las vacaciones de verano de Emile. Rubio, de ojos marrones, de 90 centímetros de estatura, iba vestido con un top amarillo, pantalones cortos blancos y botas de montaña. Estaba jugando en el jardín de la casa de sus abuelos, a su cuidado, y no se sabe cómo pero desapareció.
El pequeño escapó a la mirada de sus abuelos. “Mientras cargaban el coche delante de su casa sin portal, donde iban a pasar la mayor parte de las vacaciones, los abuelos no vieron salir al niño”, declaró François Balique, alcalde de Haut Vernet. “Algunas personas le vieron caminar por la carretera, pero no se preocuparon porque los niños circulan libremente por el pueblo” comentó.
Lo confirmaba el fiscal Avon: “Tenemos 125 habitantes que se conocen entre sí. No es raro, como en muchos pueblos de Francia y de nuestro departamento, que los niños sigan jugando fuera de sus casas, en la plaza, sin que nadie se preocupe”. Haut Vernet, situada a 1.200 metros de altura, es una comunidad donde viven apenas 25 personas y está rodeada de bosques y campos.
Hasta diez personas en la casa familiar
Horas después, el fiscal de Digne-les-Bains, aseguraba que “todas las hipótesis” estaban abiertas. A pesar de todos los esfuerzos, el fiscal reconocía entonces que no tenían ninguna pista, ninguna información, ningún elemento que pudiera ayudarles a comprender la desaparición del niño. Los investigadores solo contaban con el testimonio de dos vecinos que habían declarado haber visto de lejos al niño saliendo de su hogar y caminando solo por la calle.
Según contó el alcalde de Le Vernet, a Emile “le vieron pasar en el momento en que escapaba a la vigilancia de sus abuelos. No hay verjas. Los niños son libres en los pueblos, no hay peligro. Es un pueblo tranquilo. Solo hay turistas que vienen a pasear”. La familia del pequeño pasa sus vacaciones allí desde hace veinte años porque sus abuelos maternos tienen allí una segunda residencia.
Pero en el momento de su desaparición, Emile no estaba solo con sus abuelos. Según la Fiscalía, en la casa “también estaban presentes otros miembros de la familia”, pero ni su padre ni su madre. Según una fuente cercana a la investigación, unas diez personas en total pasaron aquel fin de semana en el domicilio familiar.
Nueve meses después, sus restos óseos
El 30 de marzo de 2024, una senderista halló unos restos óseos (el cráneo y dientes) en un bosque a 1,7 kilómetros de la aldea. Habían pasado nueve meses desde la desaparición del niño. Un análisis de ADN permitió confirmar que “eran los huesos del niño Emile Soleil”, según indicó la Fiscalía de Aix-en-Provence.
Los investigadores creían, en un primer momento, que el pequeño podría haber caído en algún lugar de manera accidental o que se hubiese perdido por los bosques colindantes y fallecido por causas naturales. Sin embargo, al mismo tiempo, había crecientes dudas acerca de cómo un niño de dos años y medio podía haber recorrido esa distancia, unos dos kilómetros y en una zona de montaña con un importante desnivel. En todo caso, el hallazgo de los restos de Emile no pareció dar nuevas pistas.
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Un pueblo pequeño, pero varias tragedias
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Haut Vernet es uno de esos lugares en los que nunca pasa nada. Pero no, allí pasan, al menos últimamente, En 2008, los vecinos quedaron conmocionados por el asesinato de la encargada de una cafetería del pueblo. Jeannette Grosos fue brutalmente asesinada por un joven cliente. Siete años después, en 2015, el pequeño pueblo se vio directamente afectado por el accidente de un avión de Germanwings. El copiloto, Andreas Lubitz, estrelló deliberadamente su avión y murieron 150 personas (51 españolas). De aquella tragedia acaban de cumplirse diez años.
Un año después, cuatro detenidos
Pasó el tiempo hasta que el pasado día 14, por sorpresa, una quincena de agentes llegó de madrugada a Haut Vernet. Vaciaron de tierra una jardinera situada delante de la iglesia y la rociaron con un producto que detecta trazas de sangre. Esa actuación se originó tras una carta anónima recibida en febrero por las autoridades.
La investigación familiar aún no está cerrada… el cráneo presentaba un traumatismo facial violento”
Luego, el pasado martes, se detuvo a dos abuelos y dos tíos del niño en una operación sorpresa de las autoridades en la gran casa familiar de la localidad de La Bouillaidisse. “Philippe Vedovini y su esposa, abuelos de Emile Soleil, así como dos de sus hijos adultos, fueron detenidos por homicidio voluntario y ocultación de cadáver“, indicó un comunicado de la Fiscalía.
La detención de los cuatro familiares del pequeño “se inscriben en una fase de verificación y cotejo de los elementos e informaciones recogidos durante las investigaciones llevadas a cabo en los últimos meses”, explicaba la Fiscalía. “Los investigadores también están realizando operaciones forenses en varias localidades del país”, se aseguraba.
En libertad 48 horas después
Sin embargo, 48 horas después, los cuatro fueron puestos en libertad sin cargos. “La detención de mi clienta va a ser retirada”, ha anunciado el abogado de la abuela, Julien Pinelli, a los periodistas congregados a las puertas de la sede de la Gendarmería de Marsella, donde estaban detenidos los cuatro familiares.
Alguien pudo trasladar el cuerpo del niño, golpeado, de un lugar a otro, no muy lejos de la residencia familiar”
La puesta en libertad llegó tras largos interrogatorios individuales (en el caso de la abuela fueron hasta 17 horas). En ese tiempo, los cuatro familiares estuvieron separados para evitar que hablaran entre sí, según detalló el abogado.
El fiscal de Aix-en-Provence, Jean-Luc Blachon, ha comparecido ante los periodistas para aclarar que pese a que los detenidos han sido puestos en libertad sin cargos “la investigación familiar aún no está cerrada”. Y es que dice que es “probable” que una persona interviniera en la desaparición y muerte de Émile, cuyo cráneo presentaba un “traumatismo facial violento”.
Según ha explicado Blanchon, la ropa y los huesos del niño “habían sido transportados y depositados poco antes de su descubrimiento”. Es por eso que cree el fiscal que “alguien pudo trasladar el cuerpo del niño, golpeado, de un lugar a otro, no muy lejos de la residencia familiar”.