La mayoría de la comunidad internacional ha rechazado rotundamente el reconocimiento de Israel del Estado de Somalilandia, una decisión que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, calificó de “histórica y basada en principios”, pero que ha sido ampliamente criticada por comprometer la soberanía y la unidad nacional de un Estado soberano como Somalia.
El subsecretario general de la ONU para Medio Oriente y el Pacífico, Khaled Khiari, reafirmó ante el Consejo de Seguridad de la organización la soberanía y la integridad territorial del país africano, en línea con la declaración del gobierno somalí, que definió el reconocimiento de Tel Aviv como un ataque deliberado contra su soberanía, condenándolo de forma “categórica e inequívoca”.
En la misma línea, el presidente de la Comisión de la Unión Africana, Mahmoud Ali Youssouf, expresó en un comunicado su “firme rechazo” al reconocimiento de Somalilandia como un país independiente, delimitándolo como “parte integral” de Somalia y denunciando lo que consideran un intento de “socavar la unidad, la soberanía y la integridad territorial de Somalia”, que aseguran “podría sentar un precedente peligroso con profundas implicaciones para la paz y la estabilidad en todo el continente”.
Otro de los países que ha protestado públicamente ante la decisión israelí ha sido China: su embajada en Mogadiscio subrayó públicamente y por teléfono con el ministro de Exteriores somalí, Abdisalam Ali, su apoyo a la soberanía y unidad del país africano.
Erdogan cree que amenazará la estabilidad de África
También Turquía —donde el presidente somalí, Hassan Sheikh Mohamud se encuentra de visita— ha protestado enérgicamente por el reconocimiento israelí de Somalilandia. El presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, ha calificado este martes de “ilegítima e inaceptable” la decisión de Tel Aviv, que ha destacado de especial peligro para la estabilidad del cuerno de África.
“Preservar la unidad e integridad de Somalia en todas las circunstancias reviste especial importancia, en nuestra opinión”, declaró Erdoğan en Estambul tras reunirse con su homólogo somalí.
Turquía, que mantiene una tensa relación con Israel —especialmente tras la ofensiva sobre la Franja de Gaza—, considera, en palabras de Erdogan, que la decisión de Netanyahu, a quien ha acusado de “tener las manos manchadas de sangre de los palestinos”