En las grandes ciudades y en los grandes destinos turísticos, la lacra de los ladrones y carteristas suponen un continuo reto para las autoridades. España no es ajena a estos problemas, sobre todo en las zonas más concurridas de Madrid y Barcelona.
Un británico afincado en España, James Smith, fundador de Learn Spanish with James, ha compartido para el Daily Mail algunos consejos para evitar que los carteristas arruinen las vacaciones de sus compatriotas en nuestro país.
“Después de vivir en España durante años, empiezas a notar los mismos patrones que observan los lugareños. No hay que sospechar de todo el mundo. Se trata más bien de saber qué comportamiento destaca entre la multitud“, dice Smith.
“Los carteristas son expertos en aparentar pertenecer a un grupo“, explica el divulgador. “Se visten como turistas, llevan mapas e incluso hacen fotos. Pero si sabes qué buscar, su comportamiento puede delatarlos fácilmente”, prosigue.
La primera señal reveladora de un carterista es una persona que ronda, aparentemente sin propósito. “Ten cuidado con la gente que parece estar perdiendo el tiempo en zonas concurridas. Los turistas de verdad se detienen a mirar algo específico. Los carteristas vigilan a la multitud“, dice James Smith.
Por ejemplo, se sitúan cerca de entradas del metro, monumentos populares o plazas concurridas sin que parezca que esperan a nadie o que toman fotografías.
En segundo lugar, en los lugares turísticos más populares, la mayoría de los visitantes miran la arquitectura, los artistas callejeros o sus teléfonos para obtener direcciones, mientras que los delincuentes miran los bolsos, los bolsillos y cómo la gente lleva sus pertenencias.
Además, muchos carteristas caminan demasiado cerca de sus potenciales víctimas en espacios abiertos. “Los lugareños se dan cuenta cuando alguien mantiene una distancia innecesariamente corta“, señala Smith.
“Si estás en una zona tranquila y alguien va justo detrás de ti, vale la pena prestarle atención”, prosigue. Además, los carteristas a menudo llevan chaquetas, bufandas o llevan bolsas que pueden usar para ocultar objetos robados o esconder sus manos mientras ‘trabajan’, lo que llama la atención cuando hace calor.
También emplean tácticas comunes que conviene reconocer, como chocar contigo y disculparse, antes de quitarte tus pertenencias. También debes desconfiar de personas con peticiones falsas o excesivamente serviciales, que pueden enmascarar malas intenciones.
James Smith aconseja: “Los hábitos locales son sencillos pero efectivos. Lleva siempre el bolso delante en espacios concurridos, no colgando del hombro donde no puedas verlo. Mantén las cremalleras hacia dentro, pegadas al cuerpo”.
Evita usar tu teléfono mientras caminas por calles concurridas, especialmente cerca de lugares muy turísticos. “Los bolsillos delanteros son mucho más difíciles de robar que los traseros, así que mantén tu cartera allí”, prosigue Smith.
“Si llevas mochila, colócala delante en el metro o en las colas. Acostúmbrate a sujetar la mochila con una mano en zonas de alto riesgo. Mantente alerta, pero no dejes que te preocupe. Los lugareños no andan con miedo, simplemente observan su entorno y mantienen sus pertenencias seguras. Una vez que estos hábitos se vuelvan automáticos, podrás relajarte y disfrutar de tu viaje”, concluye.